Por falta de deseo sexual, algunas mujeres quieren forzar un
vínculo de pareja masculinizando su conducta.
Los humoristas, cuando no tienen más remedio que repetir sus chistes
porque la creatividad decae, se consuelan pensando que «el público siempre se renueva».
Algo
parecido pienso cuando observo que una y otra vez vuelvo sobre temas de los que
ya he publicados comentarios.
Son ciertas
ambas cosas: a veces la creatividad decae y el público siempre se renueva.
También es cierto que los temas que comento con ustedes no se agotan en un solo
artículo.
A veces las
mujeres actúan de forma tonta, desubicada, guaranga. Cuando esto sucede es
porque están en grupo y han bebido más alcohol del que están acostumbradas.
Como no
creo en el libre albedrío (1), también estoy seguro de que no son responsables
de esta triste actitud, sino de un mal entendido del que forman parte.
Insisto en
que ellas son las encargadas de la iniciativa para quedar embarazadas. Así
ocurre con el resto de los mamíferos y los humanos no somos la excepción.
La neurosis
cultural ha hecho que los varones figuremos como los conquistadores. Las
mujeres siguen el juego y hacen como que se dejan conquistar... solamente por
el que ellas eligieron: nunca por otro.
Los varones
hacemos tantas exhibiciones como el pavo real con su inexplicable plumaje. Con
nuestros despliegues y alardes, le decimos a quien nos eligió y sedujo:
«mírame: estoy disponible».
En esta
obra teatral infinitamente repetida aunque siempre parece novedosa, ella
estimula al «conquistador» y este cumple su rol. Luego ocurre la copulación, el
embarazo y lo ya sabido.
Las mujeres
se ponen tontas, desubicadas y guarangas cuando creen que tienen que ser
conquistadoras al estilo masculino: agresivas, audaces, atrevidas, acosadoras.
Esto les ocurre cuando quieren aparentar un deseo sexual que no tienen.
Otras
menciones del concepto «las mujeres eligen a los varones»:
(Este es el
Artículo Nº 1.612)
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7 comentarios:
Las mujeres a menudo competimos mucho entre nosotras. Esa competencia a veces nos lleva a querer ¨sacarle¨ el compañero a otra mujer. Lo hacemos por competencia, no por deseo. El hombre capta eso y no le agrada. Él quiere ser deseado.
Hay una tontera que cometemos tanto hombres como mujeres: obsesionarnos con alguien que no nos da bolilla. Hablo de cuando no se interesa de verdad, no cuando quiere hacerse el/la interesante, cuando quiere hacerse desear. Si la persona que te gusta no siente lo mismo por vos, tenés que admitir que perdiste. No queda otra.
Como psiquíatra he conocido muchísimos pacientes que tienen su primer descompensación a partir de un desengaño amoroso. La persona de la que se enamoraron, no se enamoró o dejó de amarlos. En casos extremos llegan a matar. En otros casos son muy agresivos de distintas formas.
Una mujer puede querer conquistar a un hombre sin desearlo, sólo para reafirmarse como mujer, sólo para sentir que es deseable. Eso lo hacen constantemente las histéricas. Y sufren, es su particular manera de gozar.
No he visto a las mujeres tener esa actitud cuando están en grupo.
Claro que sí Evangelina! Es típico en los boliches bailables. Las gatas están en barrita y se hacen las locas, te buscan sólo por jugar. Después no pasa nada. El juego bobo termina por cansarte.
Las mujeres pueden mostrarse agresivas y conquistadoras. Pero sólo lo hacen con éxito, si dirigen esa conducta hacia el hombre que han elegido.
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