miércoles, 27 de junio de 2012

El deseo sexual inexistente



Por falta de deseo sexual, algunas mujeres quieren forzar un vínculo de pareja masculinizando su conducta.

Los humoristas, cuando  no tienen más remedio que repetir sus chistes porque la creatividad decae, se consuelan pensando que «el público siempre se renueva».

Algo parecido pienso cuando observo que una y otra vez vuelvo sobre temas de los que ya he publicados comentarios.

Son ciertas ambas cosas: a veces la creatividad decae y el público siempre se renueva. También es cierto que los temas que comento con ustedes no se agotan en un solo artículo.

A veces las mujeres actúan de forma tonta, desubicada, guaranga. Cuando esto sucede es porque están en grupo y han bebido más alcohol del que están acostumbradas.

Como no creo en el libre albedrío (1), también estoy seguro de que no son responsables de esta triste actitud, sino de un mal entendido del que forman parte.

Insisto en que ellas son las encargadas de la iniciativa para quedar embarazadas. Así ocurre con el resto de los mamíferos y los humanos no somos la excepción.

La neurosis cultural ha hecho que los varones figuremos como los conquistadores. Las mujeres siguen el juego y hacen como que se dejan conquistar... solamente por el que ellas eligieron: nunca por otro.

Los varones hacemos tantas exhibiciones como el pavo real con su inexplicable plumaje. Con nuestros despliegues y alardes, le decimos a quien nos eligió y sedujo: «mírame: estoy disponible».

En esta obra teatral infinitamente repetida aunque siempre parece novedosa, ella estimula al «conquistador» y este cumple su rol. Luego ocurre la copulación, el embarazo y lo ya sabido.

Las mujeres se ponen tontas, desubicadas y guarangas cuando creen que tienen que ser conquistadoras al estilo masculino: agresivas, audaces, atrevidas, acosadoras. Esto les ocurre cuando quieren aparentar un deseo sexual que no tienen.

 
Otras menciones del concepto «las mujeres eligen a los varones»:

       
(Este es el Artículo Nº 1.612)

7 comentarios:

Elena dijo...

Las mujeres a menudo competimos mucho entre nosotras. Esa competencia a veces nos lleva a querer ¨sacarle¨ el compañero a otra mujer. Lo hacemos por competencia, no por deseo. El hombre capta eso y no le agrada. Él quiere ser deseado.

Rubén dijo...

Hay una tontera que cometemos tanto hombres como mujeres: obsesionarnos con alguien que no nos da bolilla. Hablo de cuando no se interesa de verdad, no cuando quiere hacerse el/la interesante, cuando quiere hacerse desear. Si la persona que te gusta no siente lo mismo por vos, tenés que admitir que perdiste. No queda otra.

Anónimo dijo...

Como psiquíatra he conocido muchísimos pacientes que tienen su primer descompensación a partir de un desengaño amoroso. La persona de la que se enamoraron, no se enamoró o dejó de amarlos. En casos extremos llegan a matar. En otros casos son muy agresivos de distintas formas.

Esteban dijo...

Una mujer puede querer conquistar a un hombre sin desearlo, sólo para reafirmarse como mujer, sólo para sentir que es deseable. Eso lo hacen constantemente las histéricas. Y sufren, es su particular manera de gozar.

Evangelina dijo...

No he visto a las mujeres tener esa actitud cuando están en grupo.

Rulo dijo...

Claro que sí Evangelina! Es típico en los boliches bailables. Las gatas están en barrita y se hacen las locas, te buscan sólo por jugar. Después no pasa nada. El juego bobo termina por cansarte.

Marta dijo...

Las mujeres pueden mostrarse agresivas y conquistadoras. Pero sólo lo hacen con éxito, si dirigen esa conducta hacia el hombre que han elegido.