lunes, 3 de octubre de 2011

Las soluciones para la delincuencia son primitivas

La represión violenta, el encierro y otras mortificaciones de los delincuentes, se inspiran en creencias primitivas, indígenas, religiosas, supersticiosas.

En otro artículo (1) digo textualmente:

«El negocio (se refiere al robo y venta de objetos robados) funciona desde que el mundo es mundo porque hay una asociación implícita entre ladrones y compradores de objetos robados, esto es, personas que compran objetos diez veces más baratos que su valor de mercado, sin preguntarse por qué esa diferencia y sin preocuparse por ser cómplices.»

Los delitos contra la propiedad excitan fuertemente nuestros sentimientos morales y esta agitación emocional es el peor estado intelectual para razonar serenamente.

No podemos pensar con ecuanimidad si estamos perturbados por diagnósticos firmes del tipo «los delincuentes deben ser castigados», «los culpables de la inseguridad ciudadana son...», «queremos erradicar definitivamente este tipo de hechos ...».

Desde mi punto de vista la delincuencia es un fenómeno tan natural como la lluvia, el viento, los terremotos.

Todos provocan grandes pérdidas y son parte del costo de estar vivos. Tenemos que protegernos de las inundaciones, de los sismos, de los derrumbes, de las acciones de otros humanos, de los virus, de los desarreglos orgánicos que ponen en riesgo nuestra calidad de vida.

Estos y una larga lista, son «costos de existencia», que deben ser evitados para que no ocurran o compensados si ya ocurrieron.

Los criterios morales, éticos y religiosos aportan una suerte de alivio imaginario, pues creemos que el fenómeno natural del robo se compensará ampliando la capacidad de las cárceles o suponiendo que los victimarios algún día serán juzgados por Dios.

En suma: nos aliviamos imaginando, soñando, ilusionándonos, como hacen quienes matan al mejor chivo (expiatorio) para aplacar la ira de un dios que los castiga con fenómenos naturales adversos.

Nuestra modernidad conserva ideas, creencias y soluciones primitivas.

(1) La compra-venta de objetos robados


Blog vinculado: Vivir duele

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11 comentarios:

Yamandú dijo...

Indígena no es sinónimo de primitivo. Primitivo no es sinónimo de indígena, si por primitivo se entiende elemental. Cuando la palabra primitivo se refiere a lo que pertenece a los orígenes, sí tiene que ver con lo indígena.

Damián dijo...

De pronto soy un soñador, pero yo realmente creo que las conductas humanas conflictivas irán desapareciendo con el tiempo. Pero se necesita mucho tiempo.

Roberto dijo...

Estoy de acuerdo con Damián. Alcanza con pensar en las enormes diferencias que tenemos con los monos. Los humanos podemos llegar a evolucionar tanto, que algún día nos convertiremos en otra especie.

Joaquín dijo...

Es evidente que ningún gobierno erradicará la delincuencia.

Oriente dijo...

Es probable que existan unas cuantas personas que nunca hayan robado nada. Pero deben ser menos las que nunca hayan delinquido.

Carolina dijo...

Su planteo me parece sereno, inteligente y realista.

Guzmán dijo...

si es tan grande el costo que tenemos que pagar por estar vivos, yo me declaro en quiebra

Marta dijo...

En verdad Guzmán, si tomamos en cuenta la cantidad de cosas de las que tenemos que protegernos, creo que los robos no son la prioridad.

Shanti dijo...

Un viejo gurú me dijo que empezamos a perderle el respeto a la Naturaleza, cuando sufrimos la primer inundación.

Facundo Negri dijo...

La mayoría de los costos de la existencia no se pueden compensar.

Javier dijo...

Lo que no entiendo es por qué los creyentes no se conforman con el castigo que supuestamente recibirán los delincuentes, por mano de dios.