Cuando las prácticas médicas desconocen la singularidad de sus pacientes, favorecen indirectamente que más personas sean celosas.
En otro artículo (1) les comento que los humanos somos biológicamente celosos (como también lo son otros animales) y que tenemos algunos otros motivos para serlo, por ejemplo, la necesidad de obtener por cualquier medio alguna constatación de que tenemos una identidad, esto es, que estamos diferenciados del resto de los humanos, no solamente por nuestro nombre y por el documento de identificación civil, sino también porque somos amados en forma exclusiva por alguien (cónyuge, novio, amante, concubino).
Básicamente la idea propuesta en el mencionado artículo se resume a que somos celosos por inseguridad identificatoria.
El hecho de que María sólo quiera a José, permite a José darse cuenta que es efectivamente José.
Este gran favor que María le hace a José, tiene su contrapartida pues seguramente María necesite que José la ame en forma exclusiva, ya que si no lo hiciera, entonces María no estaría segura de que es María.
Conviene recordar que este planteo está artificiosamente simplificado pues en la vida real estos sentimientos, fidelidades, intenciones, identificaciones, necesidades, causas y efectos, no se presentan de manera tan clara. Se presentan en forma brusca, furiosa, con gritos, llantos, enojos y reconciliaciones (en el mejor de los casos).
Por lo tanto, si aceptamos que los celos tienen como una de sus causas el debilitamiento del sentimiento de identificación del celoso, paso al núcleo de este artículo.
La medicina es una ciencia y una práctica esencial en la vida individual y colectiva y mejora su eficacia ignorando las singularidades.
Aunque los médicos pregonen que no atienden enfermedades sino enfermos, lo que efectivamente hacen es quitarles la identidad a sus pacientes para tratarlos según estadísticas masivas.
En suma: La medicina favorece que más gente sea celosa.
(1) Celos por escasa sensación de identidad
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10 comentarios:
En su otro blog titulado "El dinero y la pobreza patológica", ud habla de la incertidumbre. Sé que no es casual que en este blog, y siendo el mismo día hable de los celos. Incertidumbre y celos caminan juntos. La certeza de haber sido la o el elegido, mitiga enormemente los celos. Por el contrario, cuando las elecciones son múltiples, es decir, cuando se elige tener más de una pareja, se empiezan a temer las comparaciones, las preferencias, e incluso se piensa que el otro puede continuar viéndonos -aunque ya no le interesemos tanto- porque de todos modos tiene otras opciones.
Los médicos, los profesores, el fisco, los supermercados, las leyes, las normas, TODO o casi todo está dirigido a la masa. Sólo somos singulares para nuestros afectos. Por eso defendemos ese privilegio. Entre casa, con los que nos quieren, deseamos ser únicos.
Los médicos llevamos la historia de cada paciente y conocemos sus singularidades. Que agrupemos determinadas dolencias bajo el nombre de sindromes y enfermedades, nos sirve para orientar la terapeútica, pero no para determinarla.
A mis hijos les voy a poner nombres bien raros, cosa de que se sientan únicos.
No está bueno ser amado en forma exclusiva. Que nos amen todos los que quieran! Pero ojo; el que me ame a mí, que no se atreva a amar a nadie más!
Cómo puedo saber cuánto me quiere mi novio, si quiere a varias chicas? Porque si me quiere sólo a mí, puedo suponer que me quiere con todo. Pero si quiere a varias, cómo sé si me quiere mucho, mucho...
El Baño María y el baño de María son temas diferentes. Y sin embargo puedo adorarlos a ambos. Me encanta calentar las salsas más delicadas a Baño María. Y por otro lado adoro el baño de María porque es confortable, tiene una ventana por donde entra el sol y a través de las mamparas transparentes, puedo observar la preciosa silueta de María bajo la lluvia.
El Baño María y el baño de María tienen en común algo muy importante: el agua. Pero no son la misma cosa. Adoro dos cosas que son enteramente diferentes y las disfruto las dos: una cuando preparo la comida y la otra cuando me baño.
Y así mismo es con toda esa chorrada de los celos.
Antes era más fácil: si no eras María eras Solar. Ahora hay cientos de galletitas diferentes. Es muy difícil elegir. Sobre todo si sos una galleta adolescente.
Ahora, con el censo, muchísima gente más va a volverse celosa. Ya van a ver! Esperen nomás a que hablen de los desocupados, de los afrodescendientes, de las mujeres que trabajan en el del hogar, de las casas de techo liviano...
Una va a ser sólo una más en un grupo de categorías. Por ej: desocupada, afrodescendiente, ama de casa, vivienda clase B. Igual que otras miles!
Menos mal que soy negra y acá, dentro de todo, hay poca competencia.
Hay dentro de la salud algo distinto.
EL PSICOANÁLISIS
Estando en terapia psicoanalítica tenés 50 minutos de individualidad por semana.
Igual no cantes victoria. Habemos quienes nos ponemos celosos de los otros pacientes.
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