Los libros, al igual que las religiones, frenan la evolución porque unos y otras contienen ideas que no se modifican a lo largo del tiempo.
En otro artículo (1) propongo un razonamiento que parte de una lógica mecánico-automotriz: los buenos frenos de un vehículo permiten que pueda tener un motor potente y veloz.
Agrego ahora que los buenos frenos también permiten una mayor carga (peso) de desplazamiento.
En otras palabras, un vehículo con un dispositivo para desacelerar la inercia, puede transportar carga más pesada.
El mencionado artículo sugiere que en el plano cultural, las religiones, cuya longevidad depende en gran medida de la permanencia a lo largo de los siglos de ciertas creencias, doctrinas y rituales, no es meramente un obstáculo para el progreso filosófico, ideológico y moral de las culturas, costumbres y hasta legislaciones, sino que las religiones favorecen indirectamente el progreso precisamente porque protegen a los pueblos de los desbordes, la anarquía, el caos.
Agrego ahora otro elemento que «acelera porque enlentece».
Los libros son documentos que congelan las ideas, las fijan en el momento de su publicación, cuando el autor pone en venta su obra, pierde control sobre su contenido, «lo dicho, dicho está», esas ideas sólo pueden ser modificadas escribiendo otro libro.
Por ese motivo, los autores deben pensar mil veces que publicarán en un libro y esta preocupación es hasta cierto punto lo que le da más valor, credibilidad, confianza al texto escrito ... un libro tiene para muchos «sagradas escrituras», dignas de fe tan sólo por estar impresas y encuadernadas.
Si las religiones y los libros son «frenos aceleradores» porque contribuyen al conservadurismo de las ideas, creencias, culturas, ¿qué ocurrirá de ahora en más con los textos publicados en Internet, en tanto pueden ser modificados cuando el autor lo desee?
(1) Los frenos aceleradores
Anexo: Este link muestra una vertiginosa conducción en la madrugada de París-Francia.
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13 comentarios:
Ciertamente, los textos publicados en Internet son maleables y pueden acelerar el progreso.
Los textos en Internet son aceleradores. De dónde vendrán los frenos que posibiliten esa velocidad? Quizás las religiones se vuelvan más rígidas, conservadoras, con un hiper-desarrollo doctrinario. Lo mismo podría suceder con otras manifestaciones culturales ligadas a la tradición, el patriotismo, los nacionalismos, la intolerancia étnica. También podría suceder que se sigan intensificando los controles migratorios. Como estos fenómenos están todos multideterminados, Internet podría ser un factor reforzador más.
Lo que hace la carga más pesada es todo aquello que atenta contra nuestro narcisimo como especie.
Las ideas en los libros quedan congeladas, pero las interpretaciones de los lectores siempre continuan variando.
En lugar de la veda alcohólica 24hs antes de las elecciones, tendrían que implementarlas antes de los partidos de la selección uruguaya de fútbol y sobre todo antes del enfrentamiento de Peñarol y Nacional.
Digo esto para desacelerar un poco los desbordes.
Mecanismos de represión adecuados nos permiten desenvolvernos con más fluidez en el mundo cultural que nos ha tocado vivir.
Los libros nos ordenan el mundo; sobre todo porque siempre es más comodo dejar que piensen otros.
A causa de lo que ud. expone, los pueblos que pierden sus tradiciones y costumbres, quedan estancados en el tiempo, porque invierten la energía que podrían destinar al progreso, en recuperar sus raíces culturales, que amenazan con perderse.
Es como el condón, que favorece el sexo porque frena el semen.
Los "frenos aceleradores", promueven accidentes (conflictos) entre lo progresista y lo conservador.
Los padres no deberíamos desdecirnos frente a nuestros hijos, para posibilitar así su desarrollo.
Así como la legislación se adelantó a la religión, permitiendo el divorcio, lo mismo terminará sucediendo con el aborto.
Nunca será un avance quitar la vida.
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