martes, 26 de julio de 2011

El delicado aparato psíquico

Las ideas (creencias) funcionan como piezas rígidas e imprescindibles de nuestro «aparato psíquico». Cambiar sólo una, implicaría cambiar todas las demás.

Como si se tratara de un complejo mecanismo de relojería, nuestra psiquis tiene entre sus miles de piezas, a las creencias (prejuicios, ideas, opiniones).

Aunque estas piezas del intrincado mecanismo son intangibles, invisibles (no se pueden tocar ni ver), no son menos efectivas y sobre todo rígidas.

Como decía en otro artículo (1), cualquier desajuste nos provoca dolor. Al mal funcionamiento de este «mecanismo» lo percibimos como incertidumbre, duda, inseguridad.

Tras estas sensaciones viene la angustia y tras esta, decaimiento, insomnio, disfunciones sexuales y un sinfín de molestias, dolores y desarreglos que generalmente son tratados por la psicosomática.

Pensemos por un momento que ese intrincado mecanismo de relojería que nos defiende de esta incertidumbre y sus consecuencias, es atacado por agentes externos que cuestionan (critican, descalifican) la perfección de alguna de sus piezas.

Por ejemplo, varios compañeros de trabajo nos critican burlonamente porque oramos al Señor la gracia que nos concede brindándonos la comida que nos alimenta.

Esta «pieza» (la creencia en Dios) de nuestro complejo mecanismo, es imprescindible para conservar el buen funcionamiento de nuestra mente, psiquis, emociones (aparato psíquico).

A su vez, en el «aparato psíquico» de nuestros compañeros de trabajo es muy importante una pieza que podemos denominar «ateísmo».

Aunque a ellos y a nosotros nos parezca que las demás mentes pueden pensar como la nuestra, eso no es así. Por seguir con el ejemplo, los repuestos de un reloj Casio no le sirven a la maquinaria de un reloj Citizen.

Si en el mecanismo de ellos o de nosotros está la «pieza» según la cual todo «mecanismo» diferente es una amenaza real o potencial, ellos o nosotros intentaremos combatir al supuesto enemigo (intolerancia).

(1) Las verdades personales

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12 comentarios:

Alicia dijo...

Cuando decidimos hacer una psicoterapia, por lo general vamos con la idea de cambiar una "pieza"de nuestro aparato psíquico. Luego, si la psicoterapia da resultado, lo que sucede es que se reacomoda nuestro psiquismo. Esto significa que se fortalece y nos permite funcionar mejor, de una forma menos conflictiva y con menos sufrimiento.

Daniel dijo...

Las creencias, si bien son ideas, están fuertemente ligadas a nuestros sentimientos. En realidad no existe idea sin tonalidad afectiva. Aún las ideas más abstractas, como las de la matemática, son defendidas, interpretadas, con un sentimiento de placer o de fastidio.

Osvaldo dijo...

La intolerancia referida a la religión es muy fuerte, porque ahí lo que está en juego es el tratamiento que le damos en nuestra mente, al tema de la muerte.

Norton dijo...

A mayor fragilidad, mayor intolerancia.

Alfonso dijo...

Pienso que es saludable pertenecer a distintos grupos, porque en cada grupo nos evalúan de una manera distinta. Yo por ej, me siento desvalorizado en el trabajo, estimado por mis amigos e ignorado por mi familia. Si en los tres grupos me ignoraran o desvalorizaran, sería fatal para mí. Por suerte tengo al grupo de amigos, aportando para mi salud.

Elbio dijo...

Somos muy selectivos para escuchar sólo aquello que queremos oir. Todo lo que sirva para reafirmar nuestras ideas es bienvenido.

Tiago dijo...

Culturalmente se favorece la rigidez porque están mal vistas las personas que cambian su modo de pensar.

Lola dijo...

A mí me gusta tratar los desarreglos en la peluquería.

Graciana dijo...

Que algo intangible sea rígido, es un despropósito.

Lucas dijo...

Las burlas hay que tomarlas con sentido del humor.

Eloísa dijo...

Traté de cambiar la pieza "ateísmo" por la pieza "religión", pero fue imposible. Me dijeron que si bien "ateísmo" es una pieza más cara, no sirve para canjearla por "religión" porque esta última ocupa mucho más espacio.

Marcia dijo...

Con mi marido quisimos intercambiar piezas y terminamos tirándonoslas por la cabeza.