La medicina mejora indirectamente la calidad de vida de muchos pacientes. El acto médico de diagnosticarlos focaliza su atención lejos de otras preocupaciones.
En 2008 se estrenó en Uruguay un película nacional titulada “El círculo” (1).
Ella cuenta con un estilo documental la historia del científico uruguayo Henry Engler, nacido en el departamento de Paysandú en 1946 (2).
El eje temático del film narra el encarcelamiento que padeció por su intento —junto con otros revolucionarios autodenominados Tupamaros— de tomar el poder por las armas.
La descompensación psíquica provocada por el encierro lo puso muchas veces al borde de la desesperación con síntomas de locura diagnosticada por los médicos militares.
Para reequilibrarse apeló a su pensamiento religioso pero fundamentalmente descubrió que concentrando su atención en un círculo dibujado en la pared del calabozo podía volver a la realidad.
Cuando los Tupamaros fueron liberados, tomaron distintos rumbos. Él se fue a Suecia donde recomenzó sus estudios de medicina, con tal empeño y talento que hoy dirige en Uruguay un centro de imagenología molecular único en América (3).
Muchas veces la medicina nos diagnostica un padecimiento y a partir de ahí nuestra vida se concentra en él (prediabetes, retinopatía, diverticulosis) aunque si lo hubiéramos ignorado, poco habría cambiado en nuestra salud y sobrevivencia, pero nos habríamos perdido esa concentración que —como el círculo de Engler—, nos mantiene mentalmente menos angustiados por los problemas cotidianos que todos tenemos.
En suma: un diagnóstico médico puede mejorar nuestro equilibrio mental al bajo precio de una preocupación que se alivia consultándolo regularmente.
Nota: Como si fuera un paradójico cuento de hadas, aquellos jóvenes ciudadanos que intentaron acceder al poder «a sangre y fuego» para corregir lo que ellos consideraban equivocado, desde 2005 accedieron al poder por la vía democrática y el voto popular.
(1) El círculo
(2) Henry Engler
(3) Cudim
●●●
6 comentarios:
qué divino ese bebé como mira a su madre!
Aquellos jóvenes nunca llegaron a acceder al poder. Algunos de ellos hoy están en el gobierno, pero no son "aquellos".
Sí, las preocupaciones tienen vocación migratoria.
El diagnóstico médico puede servir para encauzar las angustias.
En reiteradas ocasiones he escuchado decir que se concurre al médico cuando ya no queda más remedio. Entonces, en esa situación, el médico lo que te aporta es un remedio o remiendo.
Estuvimos al borde de la desesperación y hemos dado un paso adelante.
Publicar un comentario