En el artículo titulado El sol es color blanco les comentaba que Protágoras dijo “El ser humano es la medida de todas las cosas”.
Si esto fuera cierto, entonces todo lo que percibimos y «sabemos» son ocurrencias desde nuestro particular punto de vista.
Ahora podría afirmar que «yo soy la medida de todas las cosas».
En lugar de ser nuestra especie como decía Protágoras, somos cada uno de nosotros individualmente.
¿Ha visto que en infinidad de temas no nos ponemos de acuerdo?
Que existan tantas opiniones como personas debería tener alguna causa.
La que yo le propongo es la siguiente: el instinto de conservación diseña nuestro gusto. Nuestras preferencias están vinculadas a lo más esencial: conservarnos como individuos y como especie.
Por esto es que somos tan fervientes defensores de nuestros gustos. No son antojadizas ni caprichosas: nuestras preferencias están dictadas por nuestro instinto de conservación. Si él nos indica que comer verduras es lo mejor, podríamos llegar a convertirnos en vegetarianos fundamentalistas.
Nuestra percepción de la realidad está condicionada por nuestros gustos personales que a su vez están determinados por nuestro instinto de conservación.
Simplificando: Si nos gusta comer verduras y frutas, percibiremos la realidad bajo la convicción de que los alimentos cárnicos son tóxicos.
La psicología, una vez aceptada esta falta de objetividad en nuestras percepciones, instrumentó los test proyectivos para saber «quién es quién».
En términos más coloquiales se dice: «Cuando Pablo habla a Juan, dice más de Pablo que de Juan».
En suma: cuando escuchamos a alguien describiendo, criticando o evaluando algún dato de la realidad, lo que está haciendo es exhibiendo (inocentemente) cuáles son sus contenidos mentales, cómo está procesando lo que le pasa, cómo su instinto de conservación está evaluando la realidad.
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14 comentarios:
Mi abuelo se la pasa diciendo que el mundo está en decadencia.
Ya había supuesto que el que está en decadencia es él.
Me divierte responder disparates a los test de los psicólogos de mi colegio.
¿Ud hace eso con los comentarios nuestros?
A mi me pasaron todos los piques del Royal para sacar buen puntaje y conseguir el laburo.
Me gusta comer carbohidratos y no hay percepción alguna que me haga evaluarlos como buenos.
Me gustan todas las mujeres. Tengo el instinto de conservación muy desarrollado.
ME EXIBO SIN INOCENCIA
Quisiera entender por qué me enamoro de hombres violentos.
Esto de que "yo soy la medida de todas las cosas" es la esencia del individualismo.
Me gusta discentir; así nunca paso desapercibido.
La psicología pensará que nos falta objetividad... nosotros pensamos que le falta objetividad a ella.
No puedo entender cómo el gusto estrafalario de algunos modistos puede tener algo que ver con el instinto de conservación.
"Cuando Pablo habla de Juan dice más de Pablo que de Juan" y cuando Juan oye a Pablo, escucha más de Juan.
Cuando habla Juan Pablo, dice más de la Iglesia que de San Juan.
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