lunes, 16 de noviembre de 2009

Mis moléculas aman a las tuyas

¿Existe algo que podamos hacer para cambiar el curso de los acontecimientos?

Desde mi punto de vista, no.

¿Entonces para qué escribo tantos artículos con opiniones e información si de todos modos nada podría cambiar?

La respuesta es que no puedo dejar de hacerlo, así como usted no puede dejar de leerlo y si lo que acá lee modifica algo de su vida, tampoco podrá evitarlo.

Nuestra capacidad de entender es muy escasa. Vemos los acontecimientos como a través de un tubo: la percepción visual e intelectual está recortada a un mínimo segmento de esa realidad.

Cuando terminamos de ver algo para ver el segmento siguiente, ya cambió el anterior o nos olvidamos de la mitad de lo que allí habíamos percibido.

Con esta capacidad comprensiva tan rudimentaria, no podemos entender (abarcar) la enorme cantidad de factores por los cuales en este momento no puedo evitar escribir esto.

La idea es que esta cantidad de moléculas móviles, cambian de lugar, de función y quizá hasta de forma para conformar cada situación instantánea.

Un ejemplo gráfico sería la proyección de un film «cuadro por cuadro», a gran velocidad, representándose en cada cuadro una determinada ubicación de cada molécula y por tanto una determinada situación del universo entero.

Dentro de este universo estamos usted y yo, sujetos a cómo se dispongan las moléculas que nos componen y que provocan que en este instante yo escriba esto y que usted ahora lea esto.

El resto de esta concepción de la realidad surge por simple deducción.


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14 comentarios:

Filosofando al vacío dijo...

Me es inevitable pensar (o recordar a Popper) si cuando algo es o se presenta como inabarcable o por fuera de los límites de nuestra razón y entendimiento nos encontramos frente a un verdadero problema o sólo a un modo de conceptualizar acorde a nuestras propias limitaciones...

saludos,
Alejandro.

Gricelda dijo...

ohh, jo-jo: psicología molecular. Esto se pone bueno!!!!

un aplauso (solitario x ahora).

Isabela dijo...

¡Qué buena exposición! En mi humilde opinión, impecable.

Magdalena dijo...

Todo cambia de manera impredecible.
¡Estoy desesperada!

Yanela dijo...

A veces en ese tubo de nuestra capacidad de entender, ni siquiera entran nuestros hijos.

Marcia dijo...

Hay unos cuantos que tienen la percepción intelectual recortada en cuadraditos.

Roxy dijo...

¡Nunca voy a aceptar que un grupo de minúsculas moléculas determine mi existencia!

Guyunusa dijo...

Pensando el planteo de Alejandro, creo que los problemas abarcables son aquellos que humanamente nos podemos plantear, más allá de que seamos capaces de darles una respuesta.
Los problemas inabarcables son los que no podemos imaginar.

Lidia dijo...

Lástima que no poder evitar hacer algo no sirva como excusa...

Grafito Paredes dijo...

La cantidad de factores que determinan una idea, un hecho, o una acción, aumentan en forma proporcional a nuestro conocimiento.

Segismundo dijo...

Me pareció percibir el amor en los ojos de ella pero no me di cuenta de que miraba al que estaba parado detrás de mí.

el homicida letrado dijo...

El cuadro en el que se introdujo mi cuchillo dentro de ese tipo, representó un momento aciago en la ubicación de cada molécula.

la gordis dijo...

Mis moléculas cambian en cantidad!

Yoel dijo...

Espero que a las moléculas de mi hígado no se les ocurra disponerse a componer las moléculas de mi retina.