Teóricamente, existe una relación entre el fanatismo por el fútbol y la comisión de delitos castigados con reclusión.
Si respetamos la construcción de la palabra,
tenemos que aceptar que «homosexual»
significa estrictamente «del mismo sexo».
Claro que
por el uso y la costumbre, interpretamos que cuando decimos «del mismo sexo»
(homo-sexual) nos estamos refiriendo más exactamente a «relaciones sexuales
entre personas del mismo sexo», lo cual no deja de ser una significación
antojadiza aunque legal, porque el signo lingüístico es arbitrario por
definición.
Con estos antecedentes es posible decir que
toda actividad que se realice entre personas de un mismo sexo, es una actividad
«homo-sexual»,
aclarando que es una actividad homosexual no erótica, ni genital, ni carnal.
Puedo
entonces decir, hechas las aclaraciones del caso, que los deportes que se
practican entre equipos, son deportes de expresión «homo-sexual», porque la
constitución y actividad de esos equipos siempre es entre personas del mismo
sexo y compiten entre equipos del mismo sexo, es decir: Un equipo de fútbol
masculino, está compuesto solamente por varones y, a su vez, sólo compite con
otros equipos también compuestos solamente por varones.
En suma: el fútbol es un deporte homosexual.
Con estas
mismas aclaraciones, tengo autorización para decir que las cárceles también son
instituciones homosexuales porque el encierro nunca es mixto. En las celdas
solo hay hombres o solo hay mujeres.
Claro que
en este caso ocurre algo que no podemos olvidar. La «homosexualidad
situacional» es la que ocurre entre personas heterosexuales que incurren en la
homosexualidad porque no pueden tramitar su sexualidad de otra forma (visitas
conyugales, salidas transitorias).
Hipótesis: muchos ciudadanos delinquen para acceder a
la «homosexualidad situacional» porque se avergonzarían de asumir su opción
sexual. En los pueblos fanáticos del fútbol, la cantidad de potenciales
delincuentes por homosexualidad reprimida debería ser mayor.
(Este es el
Artículo Nº 1.597)
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11 comentarios:
Guaauu!!! Esta homosexualidad reprimida vinculada al fútbol y a la delincuencia, me dejó atónita!!!
Los apasionados por el fútbol tradicionalmente eran los hombres, pero cada vez más lo son también las mujeres. Me refiero a las personas que siguen los partidos de fútbol por TV o van al estadio. Esta realidad me complica un poco para razonar su planteo.
Hoy estoy demasiado llena de imágenes, sensaciones, afectos... disculpe que no pueda opinar sobre su artículo.
Los países donde el fútbol hace furor, ofrecen una válvula de escape a los aspectos homosexuales que todos tenemos. Aunque también es cierto que los desmanes que se producen en el estadio y luego del partido, pueden ser interpretados como un pedido a gritos de ir, aunque sea por un tiempito, a la cárcel.
Así como el signo lingüístico es arbitrario por definición, nosotros también somos arbitrarios a la hora de juzgar al Director Técnico, a los equipos y al propio árbitro.
Creo que la por lo menos la mitad de las actividades que realizamos son homo-sexuales.
Va a disminuir la delincuencia cuando las cárceles sean mixtas.
¿Te parece Norton? Por lo pronto creo que va a aumentar la delincuencia en las propias cárceles... o no, capaz que no. ¿Hay en alguna experiencia en el mundo de cárcel mixta? No estaría demás probar.
Si hacen cárceles mixtas yo delinco.
No me atrae el fútbol, así que mi homosexualidad probablemente esté libre como el viento.
Un poco le creo. conoci un hombre muy impresionante que me confesó su homosexualidad. los jugadores tambien.
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