Los (países) pobres se benefician con el enriquecimiento de los (países) ricos, con sus avances tecnológicos y con las nuevas modas.
Días atrás les comentaba la indignante «Teoría del goteo» (1), según la
cual es conveniente mejorar la condición económica de los ricos porque de esa
manera, por una suerte de «goteo», las clases socio-económicas menos pudientes
se verán beneficiadas por una mayor demanda de mano de obra, para la generación
de bienes y servicios que habrán de ser consumidos por los ricos que vieron
mejorada su fortuna gracias a esta teoría.
Comparaba
esta situación con la de algunos mamíferos que se organizan de tal forma que
cuentan con un macho alfa que, entre sus privilegios, come primero y si le
sobra alimento después de hartarse, podrán comer las hembras y los cachorros.
La teoría
del «goteo», que propone beneficiar a los ricos como la mejor forma de lograr
una buena distribución de la riqueza, puede ser observada desde otro punto de
vista.
Estaremos
de acuerdo en que la humanidad está dividida entre países del Primer mundo
(desarrollados, industrializados, imperialistas) y del Tercer mundo
(subdesarrollados, productores de materia prima, económicamente subordinados a
las grandes potencias).
Digresión: para quienes se pregunten por qué no se
habla del Segundo mundo, les comento que en esta categoría están o estaban los
regímenes comunistas de la Unión Soviética y Cuba. Actualmente (año 2012), la
definición de esta categoría está en discusión. (2)
Retomo el
tema para finalizar comentándoles que también existe un «goteo», menos
antipático al que patrocina la teoría mencionada y que refiere a las modas y a
los adelantos tecnológicos.
Es muy
frecuente que los países del Primer mundo sean quienes estrenen los nuevos
adelantos y que marquen las tendencias de la moda. Por una especie de «goteo»,
los tercermundistas recibimos esas innovaciones.
(Este es el
Artículo Nº 1.582)
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3 comentarios:
Los adelantos del primer mundo nos benefician, siempre y cuando nuestras economías estén preparadas para recibirlos.
Las tendencias de la moda provenientes del Primer Mundo, creo que en general no son beneficiosas para el Tercer Mundo.
La moda que se exporta no surge de la cultura de las comunidades, de las naciones. Carece de sustento. Es forma sin contenido.
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