miércoles, 4 de abril de 2012

La ciencia y los gustos ajenos

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Los gustos ajenos desconocidos solo pueden conocerse por ensayo y error, como también hace la ciencia cuando investiga.

Comencemos por ver si estamos de acuerdo en algunas ideas.

¿Los correos que usted recibe con chistes, imágenes, presentaciones, tienen contenidos que fueron seleccionados por el emisor teniendo en cuenta lo que a usted le gusta o fueron seleccionados por el emisor teniendo en cuenta lo que a él le gusta?

¿Está de acuerdo en que casi todos los contenidos que nos mandan están seleccionados teniendo en cuenta el gusto del emisor y teniendo muy poco en cuenta lo que nos gusta recibir?

¿A usted también le ocurre que, no solamente elimina sin abrir los asuntos que no le interesan sino que además se molesta porque no tuvieron en cuenta sus preferencias?

¿Le ocurre que le irritan los insistentes consejos sobre cómo debería pensar, actuar y creer en ideas muy alejadas de sus opiniones?

Imagínese que el día de su cumpleaños llegan a saludarlo las personas que usted invitó y que le traen de regalo prendas de vestir con tamaños diferentes al que usted calza, de colores que todo el mundo sabe que para usted son horrendos, adecuados para un clima diferente al actual.

¿No le ocurre que a veces se asombra mirando un catálogo de ofertas porque no se imagina «quién puede comprar algo tan inservible»?

Si le resultan familiares estos comentarios, ¿piensa en los gustos de los destinatarios de sus mensajes y regalos, para cerciorarse de que estén elegidos según el gusto de quien los recibe aunque a usted no le gusten tanto?

El gusto de los demás sólo puede acertarse por ensayo y error, por tanteo, por pura suerte. Solo podemos arriesgar y volvernos resistentes a los fracasos.

Es un consuelo recordar que los científicos corren la misma suerte.

Otras menciones al «gusto de los demás»:

¡Sonríe! Algún líder trabaja gratis para tí

Quien mata primero, come 

El sentido común es un mal tipo

(Este es el Artículo Nº 1.532)

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12 comentarios:

Andrea dijo...

Los correos que te mandan con mensajes o chistes, generalmente se envían a todos los contactos. Por eso tener en cuenta el gusto de los otros es imposible.

Estela dijo...

Sí, a mí me irritan los consejos que vienen en las frases célebres, pero cuando me siento muy identificada con alguno, en general porque en el momento que estoy viviendo me viene al caso, entonces lo cuelgo en mi muro.

Oriente dijo...

Lamentablemente, con nuestra vida no podemos andar a ensayo y error. Los errores nos cuestan caros.

Graciana dijo...

Yo no sé por qué, pero al emisor siempre le gustan cosas que yo detesto. ¿Seré tan difícil?

Rulo dijo...

Con mi novia hace poco que empezamos y ando al tanteo...

Margarita dijo...

Para no soportar mucho fracaso hay que tener un poco de intuición.
Creo que es un mito eso de que las mujeres somos más intuitivas. Para tener intuición hay que ser observador y saber escuchar. Eso no depende del sexo.

Lautaro dijo...

El fracaso para los científicos debe ser bravo, por la presión que reciben de quienes los financian.

Yoel dijo...

A mí en los cumpleaños -aún la gente que me conoce- me regalan cosas que le gustan al que compra el regalo. Está bien que vivan la satisfacción de regalar, pero pensando en uno.

Mariana dijo...

Por gratificarnos compramos cantidad de cosas que luego nos damos cuenta que son inservibles.

Oliverio dijo...

Ah! Yo odio comprar cosas para regalar que contraríen mi gusto. No puedo. Siento que estoy dando una imágen de mi detestable.

Selva dijo...

Investigar los gustos de mi marido me ha llevado a descubrir cosas que habría preferido no saber...
Qué se le va a hacer. Lo mejor es enfrentar la realidad.

Rosana dijo...

Me encanta mirar los catálogos de ofertas. Tengo fiebre consumista. Algún día me la sacaré. Trabajo en eso.