miércoles, 25 de abril de 2012

Beso en la mano y masturbación



La costumbre de besar la mano de la mujer remite (inconscientemente) a la masturbación de ella.

Porque una mayoría de internautas sentimos respeto por la confiabilidad de los contenidos de Wikipedia, me voy a ella para copiar y pegar una definición que utilizaré en este artículo.

«Beso en la mano: Formalismo muy extendido desde la antigüedad para demostrar subordinación o respeto, luego utilizado generalmente solo por hombres para saludar a mujeres consideradas de clase alta. Actualmente solo es utilizada con personas que ostentan títulos nobiliarios o eclesiástico alto o en grupos de clase alta. Así también en la mafia.» (1)

Los gestos tienen algún significado original así como las palabras también lo tienen (etimología).

Conocer (o suponer) ese origen enriquece la comprensión actual de gestos y palabras.

La mano diestra (la más hábil) tiene una gran participación en la actividad de su propietario: agarrar, mover, golpear.

Está cargada de simbolismos y emociones porque también es la que masturba.

No solamente la sexualidad está sometida a una fuerte represión social, sino que, sin temor a equivocarme, es la principal actividad del ser humano, si consideramos que la única misión (2) que tenemos es la de conservar la especie, es decir, reproducirnos.

Cuando digo que «la sexualidad está sometida a una fuerte represión social», no me estoy lamentando sino reconociendo que se cumple el requisito esencial para que algo funcione con la mayor energía pues los humanos aplicamos nuestro máximo vigor a realizar lo que nos gusta pero está prohibido.

En esta línea, la masturbación está muy reprimida y por eso se practica con la mayor discreción y desenfreno.

Cuando el caballero besa la mano diestra (hábil) de la dama, imagina que ella se masturba pensando en él, con lo cual ese beso saluda al «miembro» de ella que lo representa a él.


(2) Blog especializado en nuestra Única misión 

(Este es el Artículo Nº 1.553)

13 comentarios:

Gabriela dijo...

FELICITACIONES.

Luis dijo...

Cuando ud dice en la última frase del artículo que ¨ese beso (en la mano) saluda al miembro de ella, que lo representa a él¨; siento intuitivamente que ahí está el nudo del planteamiento, pero no sé si lo interpreto bien. A ver, si él besa su mano-vagina, se siente representado en ella. Es decir, ¿siente que la vagina de ella es también la vagina de él?. Yo opino que va por ahí, pero quisiera confirmar si ud. se refería a eso.

Enrique dijo...

El hombre para completarse (completarse entre comillas, porque uno se completa cuando está muerto)necesita tener una vagina y la mujer un pene. Como es imposible tenerlo en el sentido literal, lo que intentamos es poseerlo. Esa podría ser la base de la fidelidad o monogamia; poseer el genital de la pareja, no prestarlo ni compartirlo, porque mientras ese genital se va con otro/a, yo me quedo incompleto.

Elena dijo...

Si el beso en la mano implica subordinación, cuando yo beso la mano de mi pareja, le estoy diciendo soy tuyo, estoy a tus órdenes, lo cual es PARCIALMENTE verdad. Ese ¨ser del otro¨, implica que soy en tanto el otro me devuelve lo que perdí. ¿Qué es lo que perdí? Quizás a mi mamá y a mi papá, con quienes transité el Edipo. Amor que se vio frustrado por la prohibición del incesto.

Alicia dijo...

Besar la mano de la mujer -y del mismo modo, en el caso de la mujer, besar la mano del hombre- dice ud, ¨remite inconscientemente a la masturbación de ella¨. El placer que ella se da de forma autoerótica, es besado por el hombre que la imagina a ella (todo esto a nivel inconsciente)masturbándose pensando en él.
Él se pone de rodillas frente al deseo, al amor, que necesita de ella. Se subordina y le ruega que siga deseándolo. Pero ese pedido responde a una profunda necesidad de amor, que no se deposita en una sola persona. De hecho, edípicamente amamos a dos personas: a mamá y a papá. Y luego también a los hermanos. Dicho sea de paso, amamos a varones y mujeres.

Lautaro dijo...

Aunque a primera vista no lo parezca, la sexualidad sigue, como dice Fernando, fuertemente reprimida. Basta con compararnos con el resto de los mamíferos para constatarlo.

Mª Eugenia dijo...

¿De dónde nacerá esa necesidad de desafiar lo que nos gusta y está prohibido? ¿Será curiosidad? ¿Será que entendemos las causas de la prohibición pero con eso no alcanza para que deje de gustarnos? ¿Será que prohibimos lo que más deseamos?

Lucas dijo...

La preguntona hoy se puso las pilas!!! jajajaja! Besos Euge.

Evangelina dijo...

No hable por todos. Yo nunca me masturbé. Lo considero patético.

Ingrid dijo...

¿Por qué patético? ¿Por la soledad? No estás sola, estás con tus fantasías. Y cuando estás con la persona que amas, acaso dejas de ser un individuo, ¿dejas en última instancia de estar sola?

Evangelina dijo...

Sigo siendo una persona, pero no estoy sola, llevo en mí a Dios.
En cuanto a las fantasías, yo no pienso en otro cuando estoy con mi marido.

Ingrid dijo...

No me refería a que pensaras en otro. Para mí lo más disfrutable es estar con quien estoy en ese momento, en fantasía y realidad. Estar plenamente con ese otro. Claro que lo de pensar en otra persona también me ha pasado, pero yo no me centraba en el tema de las fantasías. Hablaba de la soledad. Y lo que tú me respondes es algo que se siente, no pasa por la razón, y por lo tanto no se puede y no se debe, discutir intelectualmente.

Anónimo dijo...

Y si un amigo me besa la mano? (destaco que soy hombre)