Que las mujeres sean las más importantes en la conservación de la especie pero las menos poderosas, es contradictorio, problemático.
Por varios motivos creo que los humanos somos
al revés de lo que pensamos o, lo que es igual, nuestro pensamiento nos
entiende al revés, como si nos miráramos en un espejo donde la izquierda se nos
muestra del lado derecho.
Ya he mencionado que la prohibición del
incesto, si bien es una norma que afecta directamente nuestra función sexual,
inhibiéndola, lo que en realidad logra es estimularla (1). En otras palabras,
si no existiera esta prohibición, la conservación de la especie se vería en
serios problemas porque sería muy escaso el deseo sexual de los humanos.
Otro sinsentido es que las mujeres, si bien
poseen la función más importante para la conservación de la especie (2), están
culturalmente relegadas a un segundo plano, siendo los varones quienes hacemos
y deshacemos en la administración de nuestros bienes y normas de convivencia.
Si esto lo tuviera que juzgar alguien de otro
planeta, no podría entenderlo: nos organizamos en base a un patriarcado cuando
los fenómenos más importantes de la conservación de la especie están a cargo
del sexo femenino: ¡Insólito!
Estas dos ideas están puestas una a
continuación de la otra porque tienen una relación significativa. Podemos
pensar que así como una prohibición de la sexualidad (prohibición del incesto)
es estimulante, relegar a un segundo plano al sexo más importante también puede
aportarnos (por ese extraño espíritu de contradicción que tenemos los humanos)
la mejor forma de convivencia.
Claro que, así como una mala resolución del
Edipo es la principal causa de nuestra angustia existencial, esta
jerarquización subversiva (puesta al revés) de nuestros sexos también es la
causa principal de tantas relaciones de pareja difíciles, angustiantes,
perturbadas y perturbadoras, demasiadas veces ¡imposibles!
Nota: La imagen corresponde a Pratibha Devisingh Patil,
primera presidenta de India.
(Este es el
Artículo Nº 1.619)
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10 comentarios:
Desvalorizar muchas veces nos permite valorizarnos. Eso pasa en la pareja, en las relaciones laborales, entre los amigos.
Es difícil hacer teoría sobre un tema humano que nos conmueve. Elaborar hipótesis sobre el movimiento de las galaxias, la creación del mundo, el origen de las especies, quizás no sea demasiado angustiante. Pero hablar de la relación hombre-mujer, el Edipo y el incesto, es muy difícil. Es difícil hablar y es difícil pensar. Estamos tan ivolucrados que se nos hace prácticamente imposible pensar dejando a un lado la cultura, con sus normas morales y jurídicas.
Para entender el comportamiento humano es muy útil conocer a fondo el comportamiento animal.
Las relaciones de pareja están difíciles porque no están claras las reglas de juego.
yo pienso que están difíciles porque se le pide demasiado al amor.
Hombre y mujer ven la misma realidad pero ven una realidad distinta.
Nosotras nos sentimos desvalorizadas en algunos ámbitos; con frecuencia los laborales. En el ámbito familiar nos sentimos híper-valoradas.
Dicen que está mal resolver el Edipo buscando a un sustituto de la madre o del padre. Me gustaría que algún psicólogo me lo explicara bien.
Liticia: no creas todo lo que te dicen, pero, para empezar, no creas nada.
jaaja!!! Gracias cinturón negro. Fuerte lo tuyo.
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