miércoles, 4 de julio de 2012

La subversión de los sexos



Que las mujeres sean las más importantes en la conservación de la especie pero las menos poderosas, es contradictorio, problemático.

Por varios motivos creo que los humanos somos al revés de lo que pensamos o, lo que es igual, nuestro pensamiento nos entiende al revés, como si nos miráramos en un espejo donde la izquierda se nos muestra del lado derecho.

Ya he mencionado que la prohibición del incesto, si bien es una norma que afecta directamente nuestra función sexual, inhibiéndola, lo que en realidad logra es estimularla (1). En otras palabras, si no existiera esta prohibición, la conservación de la especie se vería en serios problemas porque sería muy escaso el deseo sexual de los humanos.

Otro sinsentido es que las mujeres, si bien poseen la función más importante para la conservación de la especie (2), están culturalmente relegadas a un segundo plano, siendo los varones quienes hacemos y deshacemos en la administración de nuestros bienes y normas de convivencia.

Si esto lo tuviera que juzgar alguien de otro planeta, no podría entenderlo: nos organizamos en base a un patriarcado cuando los fenómenos más importantes de la conservación de la especie están a cargo del sexo femenino: ¡Insólito!

Estas dos ideas están puestas una a continuación de la otra porque tienen una relación significativa. Podemos pensar que así como una prohibición de la sexualidad (prohibición del incesto) es estimulante, relegar a un segundo plano al sexo más importante también puede aportarnos (por ese extraño espíritu de contradicción que tenemos los humanos) la mejor forma de convivencia.

Claro que, así como una mala resolución del Edipo es la principal causa de nuestra angustia existencial, esta jerarquización subversiva (puesta al revés) de nuestros sexos también es la causa principal de tantas relaciones de pareja difíciles, angustiantes, perturbadas y perturbadoras, demasiadas veces ¡imposibles!

Nota: La imagen corresponde a Pratibha Devisingh Patil, primera presidenta de India.

       
(Este es el Artículo Nº 1.619)

10 comentarios:

Diana dijo...

Desvalorizar muchas veces nos permite valorizarnos. Eso pasa en la pareja, en las relaciones laborales, entre los amigos.

Oliverio dijo...

Es difícil hacer teoría sobre un tema humano que nos conmueve. Elaborar hipótesis sobre el movimiento de las galaxias, la creación del mundo, el origen de las especies, quizás no sea demasiado angustiante. Pero hablar de la relación hombre-mujer, el Edipo y el incesto, es muy difícil. Es difícil hablar y es difícil pensar. Estamos tan ivolucrados que se nos hace prácticamente imposible pensar dejando a un lado la cultura, con sus normas morales y jurídicas.

Jaime dijo...

Para entender el comportamiento humano es muy útil conocer a fondo el comportamiento animal.

Norton dijo...

Las relaciones de pareja están difíciles porque no están claras las reglas de juego.

Ingrid dijo...

yo pienso que están difíciles porque se le pide demasiado al amor.

Hugo dijo...

Hombre y mujer ven la misma realidad pero ven una realidad distinta.

Alba dijo...

Nosotras nos sentimos desvalorizadas en algunos ámbitos; con frecuencia los laborales. En el ámbito familiar nos sentimos híper-valoradas.

Leticia dijo...

Dicen que está mal resolver el Edipo buscando a un sustituto de la madre o del padre. Me gustaría que algún psicólogo me lo explicara bien.

Psic. cinturón negro dijo...

Liticia: no creas todo lo que te dicen, pero, para empezar, no creas nada.

Leticia dijo...

jaaja!!! Gracias cinturón negro. Fuerte lo tuyo.