jueves, 14 de junio de 2012

Por qué cuesta ‘un ojo de la cara’



Casi todo lo importante que nos ocurre tiene alguna vinculación con el complejo de Edipo.

La leyenda de Edipo es muy conocida directa o indirectamente.

Directamente se refiere a un niño como cualquier otro pero que, según una adivina le contó a su padre, estaba destinado (los griegos creían en el destino) a matar al padre para casarse con su madre.

Enterado de este pronóstico terrible, el padre mandó matar al pequeño niño, pero el encargado de tan trágica tarea, desobedeció y tan solo dio el niño a quien pudiera cuidarlo.

Por supuesto, los destinos imaginados por aquellos griegos primitivos no eran tan fácilmente modificables. Las vueltas de la vida hicieron que el joven Edipo matara a su padre y luego se casara con la viuda (su desconocida mamá).

Cuando Edipo se enteró de lo ocurrido, se enfureció de tal forma consigo mismo que se castigó arrancándose los ojos.

Esta historia puede no ser conocida en estos términos pero sí es conocida de otras formas indirectas porque inspira las obras literarias, teatrales y cinematográficas que refieren a algún triángulo amoroso (es decir, casi todas).

Por lo tanto, la prohibición del incesto es uno de los conflictos más creativos porque volvemos una y otra vez sobre él para calmar la angustia que nos provoca nuestro propio drama: con nuestros padres, con nuestros hijos, con otras figuras de poder.

La prohibición del incesto podría ser nuestra principal fuente de angustia y por eso es quizá el conflicto psicológico más importante porque refiere a lo más deseado (formar una familia con una persona prohibida) y a los castigos que podríamos recibir si llegáramos a transgredir la norma.

Cuando popularmente decimos que algo «cuesta un ojo de la cara», seguramente queremos significar que, eso tan costoso, es tan deseable como transgredir la norma.

Otras menciones del concepto «complejo de Edipo»:

     
(Este es el Artículo Nº 1.601)

12 comentarios:

Margarita dijo...

Sin embargo los faraones egipcios se casaban -si no estoy equivocada- y tenían descendencia con su hermana. ¿Cómo entendían ellos el incesto?

Norton dijo...

Algunos dicen que las normas están para transgredirlas. El incesto sería la excepción.

Ingrid dijo...

Si la prohibición del incesto es nuestra principal fuente de angustia, entonces es el motor que mueve al mundo. Es el incesto, no el dinero.

Eduardo dijo...

Lo más costoso y deseable es transgredir el incesto. Bien. Por lo tanto transgredirlo nos sumiría en la pobreza; por lo costoso que es y porque podría llegar a consumir buena parte de nuestro deseo.

Marta dijo...

Formar una familia con una persona prohibida (mamá o papá), significaría destruir la familia de la que formamos parte y apartarnos del que quedó desplazado (mamá o papá), para formar otra.

Lautaro dijo...

Algunas personas pareciera que desean ser castigadas. Quizás necesitan expiar alguna culpa, algo terrible que no pudieron asimilar. Por lo tanto podríamos sostener la hipótesis de que para esas personas transgredir la ley del incesto, sería un alivio.

Daniel dijo...

Respecto a lo que dice Lautaro, creo que la transgresión del incesto es en general metafórica. No tenemos sexo con nuestros padres, pero sí lo tenemos con personas que ocupan su lugar.

Sofía dijo...

El incesto metafórico puede practicarse con una mujer que adopta el rol de madre o el rol de hija. Para la primera, el varón adoptaría el rol de hijo, para la segunda el varón adoptaría el rol de padre.
Por este motivo, si la mujer abandona el rol de hija, y adopta el rol de madre, la sociedad sólo se beneficiaría de los aportes femeninos, porque un hijo no puede proteger ni proveer. Necesita que lo protejan y provean.

Alicia dijo...

Me parece que todo es mucho más complejo. Sofía lo plantea de forma esquemática y por eso se aparta de la realidad.
Todos asumimos en un mismo día diferentes roles. La cuestión es muy dinámica. Nadie puede encasillarse en un determinado rol. Incluso dentro mismo de la pareja, los roles pueden cambiar de acuerdo a las circunstancias.

Esteban dijo...

Estoy de acuerdo con Alicia pero pienso que existen roles primarios y roles secundarios. Se es estudiante, trabajador, pensionista o jubilado. Se es padre, madre o hijo. Después se agregan otros roles accesorios. Se me ocurre que tenemos que pensar este tema a partir de los roles primarios.

Graciana dijo...

Pensar todo esto me cuesta un ojo de la cara!!!

Fabián dijo...

Para los roles trabajador y padre, y para los roles trabajadora y madre, tenemos muchas variantes posibles. Un padre trabajador puede asumir un rol materno y una madre trabajadora un rol paterno.
Bah...! no sé, creo que me estoy enredando con las palabras.