El pensamiento lógico es confiable pero lento. El pensamiento ilógico (irracional) es menos confiable pero es más creativo y llega a soluciones que por el camino lógico serían inaccesibles.Cuenta una historia que cuando ya había terminado la Segunda Guerra Mundial (1939-1945), un buque cargado de pasajeros amaneció rodeado de bombas flotantes que, tan solo tocar la carcasa metálica del barco, lo harían volar en mil pedazos.
Cundió rápidamente la alarma, con la angustia reinante sólo pensaron en pedir socorro por radio aunque sabían que la ayuda demoraría tanto tiempo en llegar que seguramente sería inútil.
Resignados a morir congelados en el agua donde años atrás se había hundido el Titanic, no faltó el gracioso que propuso soplar todos juntos para alejar las bombas flotantes.
Este sentido del humor tan poco oportuno permitió que otro sugiriera utilizar las mangueras contra incendio del que disponía la nave para alejar los artefactos sin que estallaran.
Y efectivamente esa terminó siendo la solución.
En resumidas cuentas, una idea disparatada fue la inspiración para una idea salvadora.
Tenemos la clara sensación de que la vida está llena de problemas de difícil solución pero no tenemos una clara sensación de cómo nuestro pensamiento está atado de pies y manos innecesariamente.
Los aviones son un medio de locomoción muy rápido, no solamente porque su desplazamiento es veloz sino porque se desplaza en línea recta (el camino más corto entre dos puntos).
Fuimos adiestrados para pensar haciendo un recorrido lógico y el recorrido lógico es formal, estructurado, terrenal, lleno de obstáculos. No fuimos adiestrados para pensar en forma ilógica con un recorrido irracional, desestructurado, aéreo, sin los obstáculos y la lentitud del avanzar paso a paso.
Más aún: no sólo no fuimos adiestrados sino que nos han inculcado la prohibición de pensar creativamente, sin ataduras, indisciplinadamente.
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12 comentarios:
Qué historia interesante!
Si yo hubiera estado en esa situación, habría sido el payaso que hacía el chiste; para descontracturar vio.
Uno desarrolla el humor para campear las peores circunstancias.
A mí me pasó que un día amanecí rodeado de sirenas y llegué al mediodía enfurecido, sin otra opción que el auto-erotismo.
Pienso que el pensamiento ilógico se apoya en la intuición y por tanto en la experiencia. Por eso a veces funciona y da lugar a grandes descubrimientos.
Como ud plantea, el humor es una forma de pensamiento creativo que puede ayudarnos a hacer asociaciones útiles.
Los conflictos a menudo atan nuestro pensamiento de pies y manos. El instinto de supervivencia se impone y nos impide arriesgar soluciones. No arriesgamos, pero tampoco crecemos.
Mi prima es un avión, y siempre se las ingenia para salirse con la suya.
Para pensar de modo creativo tenemos que despojarnos de las soluciones conocidas. Se trata de arrancar por otro lado, para descubrir nuevos caminos.
Creo que es lo que hace ud.
Al día de hoy, no hay mesa que te mantenga a flote. Están hechas para sostener por un tiempo, mientras el enchapado resista a la tentación de dejarse penetrar por el agua.
Está bien, tenemos que cuidar a nuestros árboles.
Cuando iba al liceo teníamos clase de filosofía, sí, pero antes nos sujetaban el cuerpo con Ipax Bag Protection.
A veces me pongo a pensar de modo aéreo; pero siempre termino allá por el prado, sobrevolando la residencia de Suárez.
Para pensar con perspectiva, hay que hacer como recomendaba Tom Schulman, en la Sociedad de los Poetas Muertos: pararse sobre el pupitre.
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