martes, 7 de junio de 2011

La apatía que inspira amor

Confundidos por una cierta lógica del capitalismo, algunas personas retacean su trabajo, colaboración, participación social, tratando de volverse escasos para aumentar su valoración e inspirar más amor.

Vivimos en una sociedad que se rige por las normas capitalistas.

Según este criterio de convivencia, casi todo se puede comerciar y sus valores de intercambio están regidos por un mercado en el cual se negocian la oferta y la demanda.

Por ejemplo, vemos que el precio del kilo de manzanas está muy elevado y cuando preguntamos por qué esa suba tan brusca e inesperada, nos enteramos de que en la zona de nuestro país donde se cultivan tuvieron un clima dramáticamente adverso, que la producción bajó casi a cero y que el gobierno tuvo que importarlas de un país vecino.

En otras palabras, la misma fruta, un año nos cuesta 10 y al año siguiente nos cuesta 15.

Dicho de otra manera: un año tenemos que trabajar durante treinta minutos para ganar lo que cuesta un kilo y al año siguiente tenemos que trabajar durante 45 minutos para comprar la misma cantidad.

Quienes nacimos y nos criamos dentro de esta lógica, tenemos incorporada una idea de valor que se refiere a que lo escaso, si es necesario, es más costoso que lo abundante.

Retomo una idea que seguramente compartimos: necesitamos ser amados, queridos, reconocidos, mirados, mimados.

Para todos es muy importante ser valiosos para quienes nos rodean porque entendemos que son amadas las personas más valoradas, deseadas, re-queridas.

Paradójicamente, algunos optan por retacear su presencia, por ser poco demostrativos, provocar una escasez de su participación social, ocultarse, colaborar lo mínimo posible con su colectivo, en la creencia de que si escasean, serán más valorados, más amados, más re-queridos ... como el ejemplo de las manzanas que acrecentaron su valoración porque escasearon.

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13 comentarios:

Lautaro dijo...

Es cierto, lo escaso se valora más. Cuando se extraña se acrecienta el amor y el deseo. La compañía permanente desgasta porque las fricciones son inevitables.

Silvana dijo...

Los amigos en la infancia pueden estar casi omnipresentes sin que molesten. Se los necesita. Creo que la cosa funciona porque los chiquilines se juntan para divertirse y para jugar; para vivir todo tipo de aventuras. Es diferente cuando nos tenemos que juntar para sostener un hogar, llevar adelante un trabajo, estudiar. Si hay una tarea como motivo de reunión, es todo más difícil; más difícil que si lo motivante para reunirse son las ganas de estar juntos para hacer cosas; las que surjan, las que sean.

Filisbino dijo...

Seguir la conducta que ud describe como método para atizar el amor, es riesgoso. En lugar de atizar el fuego, mas bien puede suceder que se termine apagando. Como dice una canción "Por eso muchacha no te vayas ahora, que el amor es simple, y a las cosas simples se las lleva el viento".

Osvaldo dijo...

Yo pienso que retaceamos nuestra participación social porque con más frecuencia buscamos el amor en nuestro entorno más cercano, que en el entorno social.

Verónica dijo...

La apatía inspira fastidio.

Anónimo dijo...

De pronto uno se vuelve escaso o inexistente para unas personas y abundante para otras. Lo que ahí se juega es el instinto de conservación. Como decían nuestras madres "hay que cuidarse de las malas juntas".
Esto lo aprendí después de mucho sufrir, cuando al fin pude abandonar las drogas.

Lola dijo...

Hay tipos que son una droga. Los probás una vez y después querés más y más. Entonces terminás en una situación de riesgo y angustia que te destruye.

Chapita dijo...

Subió la manzana porque el Barba bien hombre que es y no quiere que las mujeres sigan comiéndo la fruta prohibida, así como así.

Canducha dijo...

Lo escaso es más costoso que lo abundante, así que el que quiere celeste, que le cueste!

Lía dijo...

No estoy de acuerdo con esa filosofía del esfuerzo Canducha. El esfuerzo se hace cuando no cuesta esfuerzo hacerlo, y este no es sólo un juego de palabras.

Estévez dijo...

Ser jefe es extraño... uno es valorado y requerido, pero nunca es deseado.

Teresa dijo...

A las mujeres nos fastidia ser requeridas cuando pusimos el ojo en otro lado.

Hugo dijo...

Si la natalidad en el mundo baja, cada vez serán más requeridos los jóvenes.
En fin, de pronto pasa que cada vez son más sojuzgados.