sábado, 18 de junio de 2011

La mediocridad universitaria

El sistema educativo es el área totalitaria de las democracias, donde se fabrican ciudadanos desmotivados para la creatividad.

El último párrafo de un artículo publicado hace un tiempo (1), dice:

« La rigidez mental es afín a los regímenes totalitarios y la creatividad es afín a los regímenes liberales.»

El sistema educativo y la familia tratan de formar al niño cuyos conocimientos, criterios y cultura arrancan prácticamente en cero.

En el mencionado artículo decía que la creatividad surge cuando las conexiones asociativas entre las neuronas (sinapsis) se apartan de la educación, adiestramiento o disciplinamiento que se nos impone en esas instituciones (sistema educativo y familia).

Culturizarnos significa «cortarnos a todos con la misma tijera», es decir, igualar nuestras conductas, puntos de vista, creencias, prejuicios, conocimientos.

Este fenómeno es universal y tiene un aspecto favorable junto a otro desfavorable.

Parece inevitable que los ciudadanos de una misma nación compartan algunas características para poder entenderse, comunicarse, socializarse entre sí (idioma, historia, símbolos patrios).

Esta primera educación convierte a los niños en verdaderos hijos de un régimen totalitario. Los niños casi no tienen ni voz ni voto, sus propuestas son automáticamente descalificadas y su poder es muy restringido.

Ocurre sin embargo que ese niño que aún tiene la inmadurez neurológica normal que lo inhibe para asumir responsabilidad, luego crece y adquiere las condiciones anatómicas suficientes para tomar decisiones, opinar, cuestionar, proponer ideas alternativas, pero resulta ser que el sistema educativo secundario y universitario suele continuar con aquel criterio absolutista, de pensamiento único (con bibliografía obligatoria), totalitario.

Tenemos entonces a personas que si son creativas, deberán conservar sus ideas en la clandestinidad hasta que den por terminada la educación institucionalizada (universitaria, por ejemplo).

Cuando logren salir del totalitarismo educativo ya serán adultos de 25-30 años con escasa energía para alterar el statu quo.

(1) Apuntes sobre la creatividad

●●●

12 comentarios:

Sandra39 dijo...

Es cierto; a los 25, 30 años estás con el problema de ingeniártelas para vivir de tus propios ingresos, y/o terminar una carrera, y/o formar una familia.
Las ganas de dedicar tu tiempo al bien común pasan a un segundo plano.

Sebastián dijo...

El pensamiento único te lleva únicamente a desear hacer dinero.
Aunque hacer dinero no es poca cosa!

Crealgo Tontti dijo...

Tenemos que poner en valor las diferencias. Como ser por ej: si un vecino viene y afirma algo con lo que no estoy de acuerdo, extenderle la mano y festejar la discrepancia, palmearse la espalda y reírse juntos. Si mi nieto ve que yo hago eso, seguro que va a querer imitarme... la otra posibilidad es que me llame "el abuelo loco" y entonces, con más razón, le enseñaré a que me quiera aún avergonzándose de mí.

Roque dijo...

A todos nos castran con la misma tijera.

Nolo dijo...

En la educación está la llave para abrir o cerrar la puerta al cambio.

Por ahora déjenla cerrada que hace frío, che!

Marcia dijo...

Otra cosa grave es la frigidez mental, es decir, que nunguna idea llegue a provocarte nada.

Maxi dijo...

Con la culturización y la globalización que tienen como parte negativa que nos hacen pensar a todos igual, necesitamos algo que nos permita confrontar, como el fútbol, por ejemplo.

Rocío dijo...

Si no buscaran igualarnos tanto. Si se vieran con naturalidad las diferencias que todos tenemos, no sería tan grande el impacto entre culturas y religiones distintas. Habrían menos guerras.

Emiliano dijo...

Una persona educada es la que siempre se comporta como los otros esperan.

Beatriz dijo...

Los niños no tendrán voto, pero voz y opinión, sí que la tienen!
Aunque usted tiene razón, no se los escucha.

Raquel dijo...

Para cambiar al mundo alcanzaría con que cada persona deseara tener el mejor de los vínculos posibles con otra. Pactos bipartitos, diríamos. Por supuesto seguirían existiendo todo tipo de problemas, pero se reducirían. Cada habitante del mundo tendría un problema menos, porque se llevaría bien con una persona. Habrían unos seis mil ochocientos millones de problemas menos.

Mariela dijo...

Qué pavada Raquel! Quién no se lleva bien con una persona!