Si una mujer se siente omnipotente puede tener la
fantasía inconsciente de creerse padre de sus hijos.
Según cuentan, el Premio Nobel
de Literatura de 2010, el peruano Mario Vargas Llosa, escribió varias obras de
teatro, pero a la primera la hizo desaparecer por impresentable. Claro, él solo
tenía 16 años.
La segunda, sin embargo,
cuenta con su aprobación y la aprobación de muchos lectores y
teatroespectadores: La señorita de Tacna.
Que haya sido escrita por un
Premio Nobel y que se haya estrenado en Buenos Aires con el papel protagónico a
cargo de Norma Aleandro son dos motivos para prestarle atención.
La historia principal que se
narra en los dos actos que componen la obra tiene que ver con una mujer que se
quedó solterona porque, minutos antes de casarse, se enteró que su novio había
tenido relaciones carnales con otra mujer.
En varios artículos y videos
me he referido a los celos y a la infidelidad. Es evidente que estos temas me
llaman la atención, me preocupan, me angustian.
No me extrañaría que mis
padres hayan padecido algún disgusto porque él era notoriamente elegante y
seductor. Sin embargo, si alguna infidelidad ocurrió, mi madre no hizo las de La señorita de Tacna sino que prefirió
tener un hijo gestado por él, que soy yo.
Aunque parezca una locura, es
posible pensar que las mujeres tan fundamentalistas en cuanto a la monogamia
del varón tienen la fantasía inconsciente de que él es en realidad una parte
del cuerpo de ellas.
El hermafroditismo es la
condición de auto-fecundación que poseen algunos seres vivos. Si una mujer
tiene la inmadurez suficiente como para conservar la omnipotencia infantil, es
muy probable que tenga esa fantasía inconsciente: el padre de sus hijos es ella
misma y una infidelidad la vive como una amputación.
Temática similar en:
Video titulado Los celos por la
propia infidelidad
Video titulado Una infidelidad es una
violación homosexual
(Este es el Artículo Nº 2.119)
●●●
1 comentario:
¿Qué le preocupa, lo angustia, Dc.: los celos de una mujer o la infidelidad de esa mujer???Imaginando que esa mujer fuera la propia, claro....
Publicar un comentario