viernes, 1 de diciembre de 2006

Al compás del swing

El — (Con voz de dormido) Hooolaa …
Ella — (Rezongando dulcemente) ¿Todavía estabas durmiendo? ¡Mirá que son las diez y media de la madrugada!
El — (Malhumorado) ¿Por qué me rompés las pelotas?
Ella — (Sin alterarse) ¿Por qué me hablás así?
El — (De mala gana) No sé, con las mujeres y los trolos me pongo grosero. Además justo estaba soñando que Peñarol ganaba la Copa América.
Ella — (Novelera) Viste que al final se supo por qué se va Ence de Uruguay ...
El — (Curioso) ¿Por qué se va?
Ella — (Muy divertida) Porque Peñarol se compró todos los troncos.
El — (Haciéndose el enojado) ¡Ves que sos una mierda?
Ella — (Maternal y alegre) ¡Arriba ese ánimo botijita que te tengo buenas noticias!
El — (Curioso) ¿Cuáles son?
Ella — (En tono de complicidad) Miguel te dio el O.K.
El — (Alarmado) ¡Pará! ¡Pará! ¡Pará! ¿Cómo que me dio el O.K. si no me conoce?
Ella — (Misteriosa) Ayer te observó cuando salías del laburo.
El — (Muy seguro de sí) ¡Si nunca me vio la cara! ¿Cómo supo quién era yo?
Ella — (Con picardía) Porque eras el único con mochila de colores verde y amarillo que se ve a dos cuadras...
El — (Furioso, casi gritando) ¡Sos una manipuladora de porquería! ¿Para eso me insististe tanto en prestármela?
Ella — (Con suficiencia) Ah, yo tengo un amigo que siempre me dice que «el fin justifica los medios» ...
El — (Desconsolado) ¡No podés ser tan basura! ¿Y que edad tiene ese Miguel?
Ella — (Concisa) Veinte redonditos ... Él es todo redondito; recién importado del Subterráneo Magallanes ...
El — (Reivindicativo) ¡Ah, no, ni en pedo! ¡Al lado mío es un guacho! ¡No me sirve!
Ella — (Condescendiente) Al lado mío también, pero es súper divertido. ¡Es un tipazo!
El — (Menos reivindicativo) No, No. ¡Me voy a sentir como un subnormal! ¿Por qué no la invitamos a Noelia Campo también ... a ver si te la bancás?
Ella — («Canchera») Pero si usted el único defecto que tiene es Peñarol. ¡Quédese tranquilo! ¡Hágale caso a mamá, que sabe de esto! ¡Animate bombonazo que la vida es corta y en cualquier momento nos vemos entubados, pero en un CTI!
El — (Dubitativo) La diferencia de edad es una grues, una grosería.
Ella — (Exultante) ¡Bingo! Descubrimos por qué solés decirle groserías a las mujeres y a los trolos.
El — (Con tono de locutor deportivo) Bueno, ahora tenemos los comentario de Raquel Capurro ...
Ella — (En tono académico) El lapsus de “grues” por “grosería” significa, sin posibilidad de error, y conociéndote como paciente de años, que, al igual que todos los de tu especie, sueñan con tener un pene bien grueso para que las mujeres sientan un poco de dolor al ser penetradas. Los que se amargan por no tener ese trabuco, entonces dicen grueserías imaginando que le provocan un poco de dolor en el oído a la hembra (en tono concluyente) ... y con esto ya te estoy diciendo que con el pendejo la vamos a pasar re-bomba. ¿Arreglo para mañana a las diez?
El — (Claudicante) Bueno, ta.

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