Las palabras pueden golpear tanto o más que un puño
cerrado. Existen «golpeadores»
de ambos sexos que nunca golpean.
La antigua afirmación que dice «perro que ladra no
muerde» tiene valor de metáfora, es decir, el uso más importante que le damos
no es para explicar la trivialidad de que esos animalitos no pueden usar sus
fauces para dos cosas a la vez, (si ladra no muerde y mientras muerde no puede
ladrar), sino para significar, por ejemplo, que cuando una persona amenaza,
(ladra), es porque no piensa cumplir lo que expresa en la amenaza, (morder).
Pero veamos algo más importante
aún: cuando el perro tiene ocupada la boca en ladrar NO PUEDE morder, con lo
cual podríamos pensar que la mencionada afirmación metafórica dice algo más
contundente: cuando alguien amenaza NO PUEDE cumplir su amenaza.
¿Esto significa acaso que la
amenaza fue estéril, inocua, ineficaz? No, probablemente no lo fue.
Si bien el amenazante agotó su
energía en pura amenaza, este mensaje agresivo produjo sus efectos en el
amenazado.
Efectivamente, con excepción de
los psicópatas, todos somos alterados cuando comprendemos que nos están amenazando.
Nuestra comprensión es
importante porque si el mensaje nos llega en un idioma desconocido quizá no
cumpla su objetivo de castigarnos.
Por lo tanto, cuando alguien
profiere una amenaza suele perder la energía necesaria como para cumplirla, (quien
dice «te daré un golpe» quizá se quede sin fuerza para propinarlo y cumplir
su amenaza), sin embargo la intención agresora es bastante
eficiente porque el amenazado se siente mal como si lo hubieran golpeado: se
enoja, siente miedo, se preocupa, con lo cual «el golpe» simbólico (en forma de
palabras, en forma verbal), cumple su objetivo provocando un malestar igual o
mayor al que provocaría el golpe físicamente aplicado.
Conclusión: Existen
«golpeadores» que nunca golpean.
Teatro
humorístico (aunque no tanto) con Guillermo Francella y Cecilia Milone.
(Este es el Artículo Nº 1.824)
●●●
14 comentarios:
El video de Cecilia Milione, porque la genia es ella. Aunque reconozcamos que es un papel fácil de interpretar porque somos muchas las mujeres que hemos actuado una situación así.
JAJAJAJAJ!!!!!!!!!!!!!
Vean el video, no tiene desperdicio!
Te queda la duda si la suegra es realmente una intrometida o si la nuera se persigue con unos celos insoportables.
Hablar puede sustituir al hacer, así que una amenaza puede sustituir a un acto físicamente violento. Pero es cierto que las palabras pueden doler más que los golpes.
Me pregunto si el hombre no se daba cuenta de lo que motivaba la furia de su mujer.
¡Claro que se da cuenta!
Ella es tonta porque se descontrola y así tiene todas las de perder.
No. A mí me parece que acá la loca es ella. ¿Tanto le joroba la vida la suegra como para tenerle unos celos así?
EL AMOR Y LOS CELOS SON INCOMPATIBLES
Eso en el plano de las ideas, Chechu, pero a nivel emocional, donde hay amor siempre hay al menos un poco de celos.
Ella tiene facilidad de palabra, además estando enfadada más fácil le sale todo lo que tiene que decir. Y él haciéndose el tonto la provoca más.
Escenas como las de ese video son lamentables. Hay que madurar un poco, che.
Las mujeres por lo general son muy intuitivas y se manejan muy bien con la palabra, sobre todo cuando se trata de ponerle palabras a sus sentimientos. Desarrollaron esas capacidades para compensar su desventaja muscular.
La suegra sigue en Edipo con su hijo y la esposa lo sigue con su esposo. Todo ese lío es porque ambos se quedaron con ganas de hacer un hijo con mamá o papá.
Los golpes dados a través de la palabra son difíciles de evaluar. Quienes se pelean con palabras pueden seguir una discusión eterna sin que ninguno de los dos se de por vencido. Los puños dirimen la situación mucho más rápido.
Publicar un comentario