Cuando los avaros no gastan el dinero contribuyen para que el valor del dinero aumente y la inflación baje.
Los amarretes, avaros,
miserables, tacaños, mezquinos, miserables, roñosos, agarrados, usureros, son
personas mal vistas por la sociedad, pero que algo de bueno tienen.
El primer motivo que justifica
esta afirmación es muy elemental: como nada de lo humano es perfecto, nadie
puede ser perfectamente malo. Por lo tanto, si estos personajes parecen
detestables, algo de bueno deberían tener simplemente porque no pueden ser «perfectamente
detestables».
Pero existe un motivo menos visible y más práctico de por qué son
personas que generan un leve beneficio al resto de la población.
Pensemos de esta manera:
El dinero es una mercancía cuya principal característica es la de ser
permutable por cualquier otra.
La abundancia de cualquier mercadería hace que esta disminuya su precio.
Cuando tenemos una buena cosecha de naranjas estas valen menos; cuando
muchas personas se ofrecen para trabajar los salarios se deprimen; en Venezuela
se pueden comprar cincuenta litros de nafta por un dólar mientras que en
Uruguay un solo litro de ese combustible cuesta más de un dólar y medio.
Lógicamente en Venezuela la abundancia de petróleo es enorme y Uruguay no tiene
una sola gota de «oro negro».
Cuando el dinero abunda vale menos pues ocurre lo que todos conocemos
por «inflación».
Si el dinero vale menos entonces el presupuesto de los hogares aumenta.
Como los salarios aumentan lentamente, los trabajadores ven perder
sistemáticamente el poder de compra de sus salarios.
Todos los gobiernos procuran evitar que el valor de su moneda baje y
evitan por todos los medios que se produzca inflación.
Para evitar la desvalorización del dinero los gobiernos disminuyen la
cantidad circulante, (provocan una escasez que aumente el valor), como hacen
los avaros que no lo gastan.
(Este es el Artículo Nº 1.843)
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13 comentarios:
Lo que plantea Ernesto es cierto, porque las multinacionales que manejan el mercado son las que cuentan con ese poder.
Los avaros de los que habla Mieres son las multinacionales. Ellas tienen el poder tanto de provocar inflación como de disminuirla o detenerla.
Somos los consumidores quienes convalidamos los precios que estas empresas imponen.
Una empresa pequeña o mediana se pone como meta incrementar sus utilidades de un año al otro en un 5%, mientras que las grandes empresas pueden llegar a hacerlo en un 75%. Por otro lado, cuando lo logran, de más está decir que se quedan con la riqueza que les corresponde a los trabajadores.
Mientras que grandes países crecen un 2%, las multinacionales pueden lograr índices de crecimiento como los que menciona Oriente.
Las grandes empresas obtienen estos logros descomunales absorviendo a la pequeñas y medianas.
No nos damos cuenta de lo que dice Gabriela porque le mantienen el mismo nombre a las marcas (si son prestigiosas, obviamente) cuando cambian de dueño.
Cuando las grandes empresas manejan el mercado pueden subir los precios, generando inflación.
En tres años una multinacional puede incrementar su patrimonio en un 500%.
A veces sucede que a nivel mundial baja el precio de alguna materia prima y sin embargo las compañías que trabajan con ella logran seguir creciendo.
Es increíble, pero existen multinacionales que en un año duplican sus utilidades, aumentando sus ventas sólo un 10%; el resto es aumento de precio.
También existen empresas que apenas aumentan su producción y logran crecimientos de hasta un 50%
Los datos que exoponen los comentaristas se pueden obtener cuando las empresas cotizan en la bolsa.
Más influyen en la economía de un país en la medida que afectan a más actividades. Por ej, las fábricas de cemento influyen en la industria de la construcción. Las compañías petroleras influyen en todas las industrias.
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