domingo, 31 de enero de 2010

Reclamo sensorial

«Dios es argentino pero atiende en Buenos Aires» dicen los provincianos menos favorecidos por la distribución de los fondos públicos de ese país.

En algún lugar muy remoto y más desvinculado de la Capital Federal que el resto, vivía una comunidad de personas, autoabasteciéndose y creando sus propias leyes.

Cierta vez una madre notó que su pequeño niño había nacido sordo. Muy angustiada se lo comentó al compañero y este, levantando los hombros en un gesto de indiferencia, desestimó el problema.

Sin embargo, cuando se reunió con sus amigos para beber e intercambiar noticias, contó lo que pasaba con su hijo y de ahí mismo surgió la resolución de que todos empezarían a hablar por señas.

Cuando al tiempo la mujer volvió sobre el tema, él le dijo que no se hiciera problema porque los pobladores habían resuelto comunicarse de tal forma que el niño sordo pudiera sentirse integrado como uno más.

A veces sucede que las organizaciones burocráticas son eficientes y fue por una casualidad de este tipo que llegó a oídos de Dios lo que pasaba en un lugar muy alejado de sus oficinas.

Telepáticamente le comunicó a San Pedro la anécdota junto con la extrañeza de que sus creaturas humanas abandonaran el uso de unos de los sentidos que más trabajo le había costado desarrollar, en protesta porque un solo ejemplar había fallado.

San Pedro le sugirió que probara con un niño ciego y Dios tuvo que soportar que sus creaturas aumentaran los reclamos resolviendo taparse los ojos para comunicarse exclusivamente por medio del tacto.

Como Dios conserva su liderazgo inspirando temor (que algunos confunden con amor), ordenó que el próximo niño naciera muerto.

●●●

sábado, 30 de enero de 2010

El embarazo adiposo

En un artículo publicado hace unos días con el título ¡Un día de vida, es vida! hice un comentario sobre nuestra estrategia de agudizar ciertos anhelos sabiendo que su satisfacción será aún más placentera.

Ponía el ejemplo humorístico de un imaginario parroquiano que pedía el café muy amargo para poder agregarle mucho azúcar.

La distensión y acumulación de tejido adiposo en la zona abdominal suele quitar el sueño a muchas personas, especialmente del género femenino.

Por su parte, los estudiosos de la psicosomática están convencidos de que por lo menos algunas enfermedades, disfunciones o accidentes, tienen como causa principal algún motivo psicológico.

Tomando en cuenta estos elementos brevemente presentados (la optimización de las necesidades para disfrutar más con su satisfacción, la distensión del tejido abdominal y la lógica utilizada por los expertos en psicosomática), propongo las siguientes hipótesis:

— Las mujeres con el vientre plano —sin distensión ni tejido adiposo—, atraen a los varones que desearían fecundarlas (embarazarlas);

— Las mujeres, mientras están psicológicamente desinteresadas en tener relaciones sexuales, estarían predispuestas a engrosar el contorno de la cintura porque inconscientemente saben que eso alejará a los hombres;

— Las mujeres que desean intensamente estar embarazadas, pueden recurrir a esa forma corporal con un sentimiento nostálgico (si alguna vez lo estuvieron) o para imaginar que lo están.

Algunos lectores pueden preguntarse (y preguntarme) sobre cuáles serían las explicaciones para el caso de los varones que tienen un vientre prominente.

Mi respuesta hoy es que no lo sé.

●●●

viernes, 29 de enero de 2010

No sé si escribir este artículo

Algunas dudas surgen como funcionamiento normal del pensamiento. ¿quién soy?, ¿cuál es mi lugar en el mundo?, ¿qué es la felicidad?, ¿existe un ser superior? … y muchas más.

Desde mi punto de vista estas dudas son inevitables y no son ni creativas ni constructivas. Las respuestas nunca pasan de ser hipótesis, conjeturas, creencias.

Existen otras dudas que surgen cuando tenemos que tomar una decisión entre más de una opción.

¿Compro un auto o hago un viaje?, ¿le digo a Fulana que me gusta y que la deseo o mejor espero a que ella me insinúe si soy de su agrado o no?, ¿renuevo la póliza de seguro con la misma compañía o contrato uno nuevo con otra empresa?

Hasta donde he podido observar,

— muchas personas dudan porque les gusta dudar. Disfrutan con ese ejercicio mental (aparentemente inútil) con un criterio similar al que tienen los que corren, transpiran y se cansan aún cuando no están apurados (por el simple gusto de hacer ese ejercicio);

— las dudas típicas (voy-no voy, hago-no hago, acepto-no acepto) son la simbolización del movimiento de vaivén propio del coito y por lo tanto, dudar equivale a tener sexo;

— la duda es utilizada como estímulo para la sociabilidad porque el dubitativo tiene motivos para consultar a otros sobre qué hacer, qué decidir y los consultados seguramente meditarán, responderán, aconsejarán.

— (y como aún no utilicé las 300 palabras que siempre uso, agrego otra utilidad de la duda): el hecho de recibir varias opiniones sirve también para que cuando se evalúen los resultados de la decisión final, puedan imaginarse descargos, justificaciones y responsabilidades ajenas, como para aliviar el dolor de un eventual fracaso.

●●●

jueves, 28 de enero de 2010

Las ventajas de ser excluido

Quien está en una cárcel, es un delincuente; si está en una prisión política, es un traidor y si está en un hospital psiquiátrico es un enfermo mental.

Con un poco de ironía podría inventar un aforismo que dijera: «Dime dónde estás y te diré quién eres».

Pero no mencioné la institución más poblada y donde se concentra el mayor poder:

Si estoy libre, entonces no soy ni delincuente, ni traidor ni enfermo mental.

Sólo para reafirmar la idea, lo diré con vocablos positivos:

Si estoy libre, entonces soy honesto, fiel y cuerdo.

Y además: cuanto más denigrante sea estar en una cárcel, prisión política o manicomio, más honroso será estar libre.

¿Qué nos conviene entonces a los integrantes de la institución más poblada y donde se concentra el mayor poder? Nos conviene que las instituciones de reclusión tengan muchos internados y que sean bien visibles.

Es un fenómeno muy fácil de comprender: Cuanto peor estén ellos, mejor estaré yo. O, dicho de otra forma: para que yo esté bien, ellos deben estar lo peor posible.

Los gobernantes son elegidos por ese grupo grande de personas «honestas, fieles y cuerdas», por lo tanto, para perpetuarse en el poder, tienen que mantener a sus votantes con la mayor conformidad posible.

Por su parte, los medios de comunicación (que también tienen a toda su clientela dentro del grupo mayor), se encargarán de informar lo mal que están los privados de libertad.

¿Para quiénes trabajan las instituciones de reclusión? ¿Quiénes son sus clientes?

Por lo que acabo de comentarles, estas instituciones trabajan para quienes no ingresan a ellas.

Esa mayoría de ciudadanos que no son encerrados exige que otros sí lo sean, alegando razones de seguridad pública pero también para recibir el diagnóstico indirecto de que son honestos, fieles a la patria y mentalmente sanos.

●●●

miércoles, 27 de enero de 2010

El enfermo acusado

En algo somos todos iguales: sabemos que algún día moriremos pero hacemos lo posible para que esto ocurra lo más tarde posible.

A la muerte llegamos de muchas formas que podemos agrupar en tres categorías:

1) Muerte natural;

2) Muerte por accidente;

3) Muerte por enfermedad.

Quienes creen que existe el libre albedrío (1), no tienen más remedio que pensar que el suicidio es un acto de locura, de cobardía, (o de valentía), irracional, un homicidio, un gesto de egoísmo extremo, una actitud evasiva y otras adjetivaciones (calificaciones, críticas) por el estilo.

Quienes creemos que no existe el libre albedrío, no tenemos más remedio que pensar que el suicidio es la consecuencia natural de una enfermedad.

El proceso mental de quienes consideran la posibilidad de matarse, está fuera de su control ... al igual que cualquier otro pensamiento, idea, afecto o funcionamiento psíquico de cualquiera de nosotros.

Reconozco que para quienes tienen la salud psíquica dependiendo de creer que ellos pueden hacer lo que quieran con la vida (y por lo tanto con la muerte), es casi imposible aceptar que el libre albedrío es una ilusión.

Asumo que lo que propongo es como pedirle a alguien que suspenda la medicación que lo mantiene funcionando como si gozara de perfecta salud.

Lo que propongo no le conviene a todo el mundo. Existen muchas personas que viven bien (y sin molestar), consumiendo drogas sistemáticamente o conservando creencias que no resisten el menor análisis.

Mi opinión es que el suicidio es una forma de morir que pertenece legítimamente a la categoría «Muerte por enfermedad».

Por lo tanto, los suicidas y los enfermos terminales merecerían de nosotros sentimientos (calificaciones, críticas, consideraciones) idénticos.

(1) ¿Qué libertad?, Soy libre de hacer lo que deba, Lexotán con papas fritas, Cállate que estoy hablando, Lo que la naturaleza no da, nadie lo presta.


●●●

martes, 26 de enero de 2010

«Tu mamá tiene relaciones sexuales con tu papá»

Como la biología indica que «madre hay una sola» (puesto que nadie puede ser gestado en más de un útero), es probable que de ahí también pretendamos que «hijo hay uno solo».

Nuestro natural egoísmo nos hace soñar con ser hijos únicos y la relación con los hermanos siempre es ambivalente.

El anhelo de ser los preferidos de mamá es universal, omnipresente, eterno, infalible ... aunque muchas personas, en un acto de sumisión sobrehumano, terminan creyendo que no desean ser hijos únicos sino que para ellos es más satisfactorio compartir la madre.

Los progenitores que intentan presionar a sus hijos para que sean solidarios, menos egoístas y que aprendan a compartir, tienen por lo menos dos hijos.

Así creen asegurarse de que ninguno de los hijos alentará la fantasía de que es el predilecto y —como no tendrán más remedio que compartirlo todo—, serán personas generosas, solidarias, sociables.

Pues bien, nadie es generoso y solidario por naturaleza pero sociables somos todos.

El deseo inmortal de ser hijos únicos más la evidencia biológica de que «madre hay una sola», son los ingredientes necesarios para que haya tantos defensores acérrimos de la monogamia (1)

El cónyuge se convierte entonces en el progenitor que deseamos en exclusividad.

Y cabe recordar que hasta los hijos únicos carecemos de ese privilegio porque nuestra mamá es compartida con ese intruso que se hace llamar «papá».

El ofensivo insulto “hijo de puta” quizá sean tan grave porque nos recuerda que mamá hace el amor con papá.

El insulto nos duele tanto, no porque afecte la honra de ella sino porque se burlan de que nuestra madre no es sólo nuestra.

(1) Esta idea fue comentada en el artículo titulado Cónyuge hay una sola

●●●

lunes, 25 de enero de 2010

La humillación terapéutica

La psicología está al servicio del bien y del mal.

Lo mismo sucede con todas las ciencias: tanto salvamos vidas con medicinas que parecen mágicas como provocamos el exterminio masivo con gas tóxico o con guerra bacteriológica.

Conocer la psiquis puede ser utilizado tanto para agregar bienestar como para gobernar, someter y hasta para torturar.

Varias veces he mencionado lo importante que es la construcción y conservación de nuestra identidad como individuos, como ciudadanos, como integrantes de un colectivo.

Esta misma necesidad de ser reconocidos como únicos, diferentes, exclusivos es lo que se trata de anular bajo ciertas condiciones.

Algunas congregaciones religiosas imponen a sus integrantes que abandonen todo rasgo que los haga diferentes al resto. Deben olvidar su historia, su familia, sus costumbres y someterse a una drástica igualación con el resto de los religiosos.

Algo parecido sucede en los ejércitos porque se obliga a los soldados a defender hasta con su vida la dignidad del uniforme que visten en desmedro de la suya propia.

El eje de este artículo es comentarles lo siguiente:

Los establecimientos penitenciarios tienen (o deberían tener) el objetivo y la misión de corregir la conducta antisocial de sus internados. Para lograrlo, todos los recién ingresados reciben el mismo tratamiento de anulación de aquellas particularidades psíquicas que —fuera de la institución— los diferenciaban.

Este proceso por el cual se les quita a los individuos los rasgos personales, aquellas características que los diferenciaban del resto, apela sistemáticamente a la humillación.

Y sólo para recordarlo juntos: humillar es provocar la sumisión y el acatamiento, herir el amor propio o la dignidad, imponer la humildad (imagen).

En suma: algunas formas de ser o actuar (carácter, personalidad, identidad) provocan el rechazo de la sociedad y esta utiliza la humillación como método curativo.

●●●

domingo, 24 de enero de 2010

Almuerzo frío

La mañana está fría nuevamente y hace rato que estoy caminando.

El paisaje de todos los días, hoy parece especialmente cargado con una atmósfera pesada, húmeda, densa. Poco respirable.

Nunca pude comprobarlo pero tengo la convicción de que cuando la mañana se presenta de esta manera, algo malo puede pasar.

Mi libro de cabecera es el diccionario porque en él está escrita toda la sabiduría. Los secretos más maravillosos están revelados en ese libro pero las palabras fueron ordenadas alfabéticamente. Para descubrir esos misterios sólo tenemos que ordenarlas correctamente.

Una de mis predilectas es la palabra presagio. La definición que más me gusta dice algo así como «Especie de adivinación de las eventos futuros por medio de señales que se han visto.»

Me gusta mucho caminar pero sólo puedo hacerlo dándole a cada paso el nombre de una palabra que por algún motivo desconocido para mí, aparece en mi cabeza.

Por eso camino siempre con mi grabador encendido y cerca de la boca. De noche, al acostarme, escucho lo que fui grabando mientras caminaba y sé que algún día podré entender lo que significa.

Mi esposa perdió la confianza en mí y por eso no quiero comunicarle ninguna de las palabras que vienen a mi mente. Ella se fastidia porque es incapaz de entenderme.

Al mediodía, paro para reponer fuerzas, enciendo unas maderitas que tomo del suelo y caliento mi lata de corned beef.

Ella protesta porque dice que estoy arruinando el piso de la casa.

En su desorientación quizá pretenda que almuerce la comida fría.

●●●

sábado, 23 de enero de 2010

El despotismo amoroso

En el artículo publicado ayer con el título El deseo del cachorro les comentaba una idea que no parece muy importante hasta que comenzamos a descubrir cuánto influye en nuestra calidad de vida.

En esa publicación les decía que el niño quiere convertirse en el único objeto deseado por su mamá (o quien él entienda que es la persona imprescindible para sobrevivir).

Dicho de otra forma: porque somos tan vulnerables, nuestro primer deseo es ser deseados, queridos, amados, necesitados.

Y acá aparece una consecuencia digna de ser comentada.

Si aspiramos a ser necesitados (es decir, que esa persona tan importante en nuestras vidas nos necesite), estamos deseando que tenga carencias, problemas, inconvenientes que nosotros podamos cubrir, satisfacer, atender, resolver.

En general nuestra relación con los seres queridos parece honesta, generosa, confiable, positiva, pero si lo que estamos deseando, esperando, buscando, procurando, es que nos necesite, es muy probable que en realidad seamos parte de sus problemas y no de sus soluciones.

Claro que popularmente creemos que los seres queridos carecen de contraindicaciones, de efectos indeseables, de actitudes peligrosas.

Más aún: mientras usted lee esto sería lógico que simultáneamente estuviera rechazando mis ideas pensando con cierto enojo: «Nadie que busque mi amor puede ser mezquino».

Sin embargo es así: el amor incluye el deseo de ser deseado y para que este deseo se cumpla es preciso que el otro quiera algo que sólo puede conseguir con nosotros.

En suma: mi necesidad de tener protección segura me hace desear que los potenciales protectores (mamá, papá, hermanos, cónyuges, hijos) dependan de mí, estén a mis órdenes, sean controlados por mí, necesiten algo que sólo yo poseo.

También es verdad que los vínculos amorosos no contaminados por la ingenuidad o el indealismo, son maravillosos.

●●●

viernes, 22 de enero de 2010

Cónyuge hay una sola

Los varones no somos monogámicos y las mujeres necesitan ser madres.

Los hombres y mujeres podemos ser fieles o no, dependiendo de nuestra ética, es decir, podemos o no cumplir las promesas realizadas.

Está en la naturaleza de los varones acudir a cuanta convocatoria sexual reciba de una o más mujeres.

Está en la naturaleza de las mujeres ceder a muy pocos intentos de seducción recibidos. Más aún: podría decir que los varones nunca intentamos seducirlas por iniciativa propia sino que más bien respondemos automáticamente a algún estímulo que nos fue aplicado.

Los varones que intentamos seducir no hacemos otra cosa de tranquilizar a quienes quieran convocarnos en cuanto a que daremos una respuesta afirmativa segura.

Y ahora el tema de fondo. Si los hombres somos naturalmente polígamos, ¿por qué insistir con la monogamia y hasta desplegar grandes tragedias cuando un varón es infiel a su cónyuge (aunque fiel a su instinto)?

1) Por razones estrictamente prácticas, las familias son unidades económicas que deben cuidar muy bien sus recursos para que todos (especialmente los hijos), no padezcan carencias materiales. La monogamia genera menos gastos que la poligamia (esto no necesita explicación).

2) Por razones estrictamente psicológicas, la unión de un hombre y una mujer se concreta porque entre ellos se vuelve a producir el mismo sentimiento que hubo entre cada uno de ellos y su respectiva madre, es decir, el amor.

Como ambos cónyuges quiere repetir la experiencia amorosa que tuvieron con su madre y siendo que «madre hay una sola», entonces cónyuge también tiene que haber uno solo.

Y agrego: los reiterados fracasos matrimoniales pueden tener como causas principales que

a) los varones no somos monógamos y que

b) la relación con nuestra madre es irrepetible.

●●●

jueves, 21 de enero de 2010

Sufro porque quiero

Los líderes son personas que tienen talento para convencer a otras personas de que hagan lo que ellos consideran que es mejor.

Ellos disponen de más poder porque no solamente logran que otros acepten lo que sugieren sino que además son considerados como personas superiores en todos los órdenes.

Alguien que lidera un equipo de fútbol suele ser considerado como capaz de elegir el mejor dentífrico o de recomendar la mejor compañía aérea (publicidad).

Aunque esto sea falso porque la destreza con la que se destaca es específica, concreta y reducida, los humanos nos deleitamos generalizando para suponer que alguien con gran capacidad oratoria, no solamente posee la verdad en temas sobre los que hace discursos, sino en todo lo demás.

Sin embargo muchos líderes no son capaces de convencer a nadie sino que poseen la habilidad de ponerse al frente de lo que hace la gente (con o sin líder), haciéndonos creer que ese movimiento espontáneo está provocado por ellos.

Estos falsos líderes son los que dicen aquello que dice todo el mundo, los que gritan como propio lo que nadie puede dejar de pensar (cuidemos la salud, defendamos a los más débiles, apresemos a los delincuentes, etc., etc.).

Dentro de esta última categoría está lo que hacen algunas personas con su filosofía de vida.

Efectivamente, como he mencionado varias veces (1), “vivir duele”. Es normal tener molestias, dolores, cansancio, hambre, angustia y esto forma parte de la existencia.

Algunas personas, en un intento inútil por evitar estas dificultades inherentes a estar vivos, hacen cosas que les causa más dolor: no se cuidan, se accidentan, se meten en problemas y un largo etcétera.

De esta forma se imaginan liderando a su antojo las molestias impuestas por la naturaleza y además gozan pensando que dejarán de tener dificultades cuando quieran.

(1) La naturaleza es hermosa pero antipática ; (Maldita)Felicidad publicitaria; Somos marionetas de la naturaleza ; Loción infalible contra las molestias ; La disconformidad universal


●●●