miércoles, 27 de enero de 2010

El enfermo acusado

En algo somos todos iguales: sabemos que algún día moriremos pero hacemos lo posible para que esto ocurra lo más tarde posible.

A la muerte llegamos de muchas formas que podemos agrupar en tres categorías:

1) Muerte natural;

2) Muerte por accidente;

3) Muerte por enfermedad.

Quienes creen que existe el libre albedrío (1), no tienen más remedio que pensar que el suicidio es un acto de locura, de cobardía, (o de valentía), irracional, un homicidio, un gesto de egoísmo extremo, una actitud evasiva y otras adjetivaciones (calificaciones, críticas) por el estilo.

Quienes creemos que no existe el libre albedrío, no tenemos más remedio que pensar que el suicidio es la consecuencia natural de una enfermedad.

El proceso mental de quienes consideran la posibilidad de matarse, está fuera de su control ... al igual que cualquier otro pensamiento, idea, afecto o funcionamiento psíquico de cualquiera de nosotros.

Reconozco que para quienes tienen la salud psíquica dependiendo de creer que ellos pueden hacer lo que quieran con la vida (y por lo tanto con la muerte), es casi imposible aceptar que el libre albedrío es una ilusión.

Asumo que lo que propongo es como pedirle a alguien que suspenda la medicación que lo mantiene funcionando como si gozara de perfecta salud.

Lo que propongo no le conviene a todo el mundo. Existen muchas personas que viven bien (y sin molestar), consumiendo drogas sistemáticamente o conservando creencias que no resisten el menor análisis.

Mi opinión es que el suicidio es una forma de morir que pertenece legítimamente a la categoría «Muerte por enfermedad».

Por lo tanto, los suicidas y los enfermos terminales merecerían de nosotros sentimientos (calificaciones, críticas, consideraciones) idénticos.

(1) ¿Qué libertad?, Soy libre de hacer lo que deba, Lexotán con papas fritas, Cállate que estoy hablando, Lo que la naturaleza no da, nadie lo presta.


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10 comentarios:

Isabel dijo...

Sé a qué te refieres pero no termino de entender qué es la muerte por causa natural. El envejecimiento es natural, el sistema circulatorio, por ej, envejece, y envejece hasta tal punto que comienza a funcionar mal. Allí aparece la enfermedad que nos lleva a la muerte.
Lo natural es el correcto funcionamiento del cuerpo y de la psiquis, cuando empiezan a funcionar mal - sea por la causa que sea - hablamos de enfermedad.

CHECHU dijo...

LA MUERTE ES MI HERMANA

Raquel dijo...

La muerte de un ser querido por accidente es muy difícil de asimilar.

Lorente dijo...

No estoy de acuerdo en considerar al suicida como un enfermo. Tenemos derecho a decidir el momento de nuestra muerte.

Oriente dijo...

Hay enfermos que se dejan morir porque ya no quieren seguir peleándola.
Eso ud lo considera una forma de suicidio?

Tatiana dijo...

Los procesos mentales que nos llevan a seguir viviendo tampoco están dentro de nuestro control.
Desear seguir viviendo no es una enfermedad. Por qué?

Eduardo dijo...

Tanto la vida como la muerte forman parte de la naturaleza, es difícil argumentar por qué los procesos mentales que nos llevan a la vida son más sanos que los que nos conducen a la muerte.

Gloria dijo...

Muchos adoptamos conductas que nos acortan la vida. Aunque seguir una vida sana no es garantía de nada, ayuda. Sin embargo la mayoría no nos preocupamos demasiado por la salud.

Magdalena dijo...

Los que se suicidan son egoístas y cobardes porque dejan a su familia desprotegida y sumida en el dolor.

Orosmán dijo...

Quiero una muerte accidental e instantánea.