Las plataformas informáticas de las Redes Sociales expulsan, con fría justicia, a los usuarios menos agradables para la mayoría.
Algo que podemos decir con espíritu descriptivo, aunque no calificativo, es que los jóvenes en general siempre han padecido un fuerte interés por «parecerse a» y mucho miedo a perder amigos por ser demasiado diferentes.
Una respuesta básica a esta característica es que la adolescencia es la conflictiva etapa en la que nuestra niñez comienza a expulsarnos, obligándonos a tomar actitudes adultas, agradables y desagradables.
Nos entusiasma poder tomar decisiones, pasear sin la compañía obligatoria de tutores, intervenir en las conversaciones de los adultos. Nos desagrada perder los privilegios de la niñez: vivir sin trabajar, poseer el derecho de jugar, recibir muchos regalos.
Las redes sociales (Facebook, Twitter, Myspace) ofrecen una mensajería instantánea que les permite a los usuarios saber al instante qué están haciendo, pensando o leyendo los amigos para poder hacer lo mismo.
Para que esto funcione con la participación de millones de usuarios simultáneamente es preciso que la plataforma informática reaccione de manera automática como si se tratara de un gobierno centralizado.
Los administradores humanos de cada Red informan por escrito sobre qué está expresamente prohibido hacer, pero esta lista no es exhaustiva pues la conducta socialmente inconveniente de los humanos genera un listado de prohibiciones amplísimo, mayor a los diez mandamientos bíblicos.
Por lo tanto esa plataforma contiene controladores (algoritmos) que sólo pueden ser deducidos por cómo se producen advertencias, suspensiones, bloqueos o cancelación en las cuentas de los usuarios, provocados por algo que, según la programación gobernante, debe ser impedido o sancionado.
Esta zona oscura del «gobernante cibernético» genera una cierta paranoia pero a la postre lo que logra es que permanezcan operativos aquellos usuarios cuyo comportamiento espontáneo genera menos molestias en la colectividad virtual.
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9 comentarios:
¡¡MI Dios!! (si existiera....) Sigo prefiriendo el teléfono, añoro la llegada del cartero, y ¡¡cómo me gustaría escuchar "la señal indicará..."!!La verdad, no tengo facebook porque presiento que ojos ocultos observarán mis pensamientos y hasta los van a saber antes que yo....
Yo me quedé sin posibilidad de entrar a facebook porque me piden un código pero no me lo envian. Puaj!
Hace años que aprendí a no generar molestias. Por eso sé que de las redes sociales jamás me van a expulsar. Me han expulsado de otros lados, pero de ahí no. Cuando quiero soy transparente como el agua destilada. Y nadie me ve. Ni me escuchan. Además soy de poco comer.
Cómo que ¨la señal indicará¨!! No oíste bien Julia. Es la se-ño-ra indicará.
Dentro de los diez mandamientos están comprendidos todos los comportamientos ilícitos. Y si alguno no estuviese comprendido es porque en verdad no es pecado ante los ojos de Dios.
Mis padres son un caso! Hasta los 18 me obligaron a pasear acompañada por un perro.
Basta de complejos Natalia. Sólo necesitaban a alguien que sacara al perro.
Ahora de clase dominante pasamos a programación gobernante.
Decir que estamos siendo controlados por algoritmos significa que estamos siendo controlados por máquinas.
Al fin ese oscuro temor largamente esperado se hace realidad!!!
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