jueves, 27 de enero de 2011

El radicalismo de los justicieros extremistas

Los violadores y pederastas se identifican con sus víctimas y creen darles el «amor» que desean para sí mismos.

En otro artículo (1) les decía que los violadores y pederastas «… sólo logran satisfacción sexual cuando logran someter a sus víctimas. Se excitan sexualmente ante la debilidad del otro.»

Nuestras mentes se escandalizan cuando alguna noticia nos acerca a la conciencia, algunos contenidos inconscientes que rechazamos furiosamente.

Insisto: «nos acerca a la conciencia» pero sin embargo, esos contenidos inconscientes que rechazamos furiosamente, no llegan a hacerse conscientes.

Por ejemplo, nuestros instintos asesinos y justicieros surgen cuando nos enteramos de sacerdotes que han abusado sexualmente de niños.

Comparto el sentimiento doloroso con quienes se apenan de que ocurran estos hechos, pero debo decir que los deseos de linchar al degenerado responden realmente a que «el justiciero» siente que ese violador pudo haber sido él (o ella).

El enfermo causó un daño a un tercero (a un niño y a la sociedad toda) y eso requiere que tomemos medidas preventivas (para que no lo vuelva a hacer) y terapéuticas (para atender a las víctimas y para sanar al victimario).

Todos necesitamos ser amados, pero quienes se sienten (subjetivamente) más vulnerables, necesitan dosis mayores de amor, ternura, miradas, caricias, relaciones sexuales.

Dicho de otra forma: algunas personas necesitan ser tratadas como si fueran niños.

En la niñez recibimos todos los beneficios recién mencionados pero también estamos sujetos a recibir las órdenes de muchas personas. Recibimos mucho afecto y caricias, mezclados con mandatos y castigos.

Un violador o un pederasta son personas que imaginan ser la víctima a la que atacan. En su fantasía enfermiza, gozan sexualmente imponiendo una mezcla de amor y subordinación a las víctimas con las cuales se identifican. En su ataque sienten estar recibiendo el roce y subordinación que disfrutaron.

(1) Los tiranos de bajo perfil

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12 comentarios:

Morgana dijo...

El subordinado disfruta del "roce" con el superior. O del goce?

Andrea dijo...

Según me han dicho, era una niña tan obediente que jamás recibía castigos. Creo que también influyó que mi madre nunca me daba órdenes, pero tenía una enorme hablilidad para "sugerir".
Por lo tanto, si yo fuera violadora o pederasta, tendría que ingeniármelas para "sugerir" al subordinado que se dejera amar por las buenas.

Oliverio dijo...

Es probable que los delitos sexuales que ud menciona sean, entre otros factores, producto de haber aprendido a recibir afecto de una manera poco tradicional... ("me pega porque me quiere")

Jenny dijo...

Si se exitan ante la debilidad del otro, porqué no atacan ancianos o se convierten en necrófilos?

Lola dijo...

Ser tratada como una niña... Ese podría ser un buen comienzo!

Evaristo dijo...

El pederasta está convencido de que el amor sucede sólo en la niñez.

Damián dijo...

Me basta con imaginar un poquito para darme cuenta lo fácilmente tentado que me vería a imponer una relación sexual por la fuerza. Supongo que lo mismo le pasará a otr@s. Será por eso que reaccionamos con tanta violencia hacia quienes efectivamente lo hacen. Nos recuerdan que en cualquier momento podríamos hacerlo nosotros, y eso sería terrible, nos veríamos y nos verían como monstruos.

Luciano dijo...

Algunas personas necesitan ser taradas y por tanto, tratadas como niños.

Luján dijo...

Qué pena... el pederasta podría haber optado por el servicio militar.

Manuela dijo...

Adivine quienes compran los escudos más grandes contra enfermedades de todo tipo. Pues los profesionales de la salud. Ponerse del otro lado del mostrador es bastante efectivo cuando se trata de eludir problemáticas tan desagradables.

Susana dijo...

Lo que tú planteas tiene un parecido a lo que sucede entre torturador y torturado. El torturado puede llegar a identificarse con el torturador y convertirse en una persona muy violenta.

Lilí dijo...

En la guerra, estos comportamientos se naturalizan, si cabe la palabra. Qué sucede durante la guerra, que nos conduce a cometer actos (violaciones a mujeres y niñas) que jamás cometeríamos en tiempos de paz?