Siempre se dijo que algunos vendedores de drogas prohibidas se acercan a los niños y adolescentes para ofrecerles golosinas que contienen esas sustancias y así crear en ellos la adicción irreversible que los convierte en consumidores-clientes.
Esto es probable que suceda, no tengo pruebas ni cuál es la magnitud del hecho, pero hay otro fenómeno parecido y que consiste en construir hábitos en la población para que después continúen comprando cierto producto que en realidad no es tan necesario.
En este caso ya podemos dar nombres porque son comprobados: Coca-Cola, Pepsi-Cola, Pilsen (cerveza), Johnny Walker (whisky), Aqua (agua mineral), etc.
Además de bebidas, podría agregar marcas de computadoras, hamburguesas, coches, teléfonos móviles, y muchos objetos más SIN LOS CUALES ES POSIBLE VIVIR!!!
Por razones profesionales (y vocacionales) soy testigo de muchos problemas de pareja y me queda la sensación de que, además de juntarnos para poder gestar y criar a los hijos, el resto de la convivencia tiene un alto componente de costumbre.
También es cierto que muchos malestares surgen porque las personas tenemos hábitos que comenzaron como una necesidad real (concebir y criar a los hijos, por ejemplo), luego esta necesidad desapareció pero se continúa con el hábito (la convivencia) que ahora se vuelve más costoso porque perdió el motivo que le dio origen.
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19 comentarios:
Yo no puedo prescindir ni del café ni de mi marido. Debe ser por el olor que tienen.
Debo suponer que ud no estará criticando la vida en pareja. Pienso que sus opiniones sólo describen sin afán evaluatorio.
Una se casa llena de ilusiones y luego la vida va mostrando su faceta pálida y puede haber una cierta desilusión. Si no fuera por el hábito, no podríamos resistir la precaridad normal de la existencia.
Le doy mucho trabajo a mi dietista porque no puedo dejar de comer cosas con azúcar y el sobrepeso me está matando.
Cuando somos pequeños algún traficante nos hace conocer lo que es el matrimonio para después darle de ganar a los abogados que nos tramitan el divorcio.
Mayor síntesis, a ver quién me gana. Eh? jojojo
Pero por algo no existe Casados Anónimos... No debe ser una adicción como ud piensa.
Espero con toda el alma que ud esté equivocado. Pienso que la necesidad de amor es más que una costumbre. Es cierto que son múltiples los vínculos que nos proveen de amor pero creo que el vínculo de pareja es cualitativamente distinto. Es importante la historia y los lazos que se van construyendo al correr de los años de vida en común.
Hay un libro muy conocido de E. Fromm que se titula "El Arte de Amar". El autor parte de la base de que el amor es algo que se aprende y se construye. Estoy en un todo de acuerdo con sus postulados.
Ud pone en un pie de igualdad la adicción a sustancias, alimentos y objetos con la adicción a personas. En todo caso sería más correcto hablar de dependencia. Por otro lado la dependencia depende de la configuración del vínculo. Al parecer su planteo es de descreimiento con respecto a la posibilidad de la construcción un vínculo de pareja sano. Lo que es por mi parte, mantengo la creencia de que este es posible.
Vivimos en tiempos de crisis del matrimonio y la familia. Lo prueba el altísimo número de divorcios y familias desmembradas. Al que se embarca en esa aventura le deseo suerte en pila.
En mi caso, los problemas de pareja llegaron antes que los hijos. Decidimos tener hijos porque ambos deseábamos ser padres, pero la llegada de los hijos, educarlos con un criterio en común, fue algo que no pudimos afrontar y que agravó la situación.
Una de las cosas más tristes que me ha tocado vivir es ser testigo de la destrucción de un vínculo que en algún momento fue sincero y hermoso. La separación luego se supera, aunque queda siempre la amargura por aquello que soñamos y no pudo ser.
Sigo disfrutando del llegar a casa y encontrar a mi familia reunida, a mi mujer y mis hijos.
Con mi esposo no pudimos tener hijos pero continuamos juntos porque nos unía algo más que el deseo de ser padres.
Quedé viuda después de 40 años de convivencia y extraño mucho todo lo que compartíamos.
Desde que me separé todos me dicen que me veo más jóven. Soy otra persona.
Cuando me quedé solo sentí que el mundo se me venía abajo. Grande fue mi sorpresa al descubrir que se podía vivir mucho mejor!
Me considero dichosa en mi matrimonio. Nunca lo viví como una dependencia o una adicción. Hacemos buena yunta y nos complementamos bien.
No imagino mi vida sin el auto y el móvil.
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