sábado, 8 de diciembre de 2012

«Papá me violó»



 
 
Como nuestra sexualidad autoerótica (masturbación) comienza muy temprano y la consideramos pecaminosa, inventamos la fantasía de que «papá me violó».

Todos fuimos violados sexualmente por nuestro padre, pero solo unos pocos fueron realmente violados, todos los demás fuimos imaginariamente violados.

Por lo tanto, en términos de realidad psíquica, no existen las personas vírgenes pues existió un padre que tuvo el derecho de pernada.

Veamos qué nos dice el D.R.A.E., sobre el concepto derecho de pernada:
1. m. Rito feudal en el que el señor, tocando con la pierna el lecho nupcial, simbolizaba la servidumbre de la descendencia del nuevo matrimonio.
2. m. En algunos territorios, derecho que se atribuyó al señor feudal, para yacer (fornicar) con la esposa del siervo en su noche de bodas.
3. m. coloq. Ejercicio abusivo del poder o de la autoridad.

........

Ahora expreso con mis palabras qué significa el «derecho de pernada»: El personaje con mayor autoridad de un colectivo tiene la potestad de desflorar (fornicar por primera vez) a las mujeres vírgenes, antes de ser penetradas por el esposo.

Esta institución, antigua y (supuestamente) sin vigencia, nos señala qué hay en nuestras mentes: varones y niñas imaginamos que alguien con mucho poder nos viola prematuramente. Ese alguien es nuestro padre en casi todos los casos.

Cuando digo que llegamos a la adolescencia con la creencia de haber sido abusados por nuestro padre, estamos poniendo en juego estos contenidos mentales que alguna vez fueron práctica habitual en algunas culturas (derecho de pernada).

Además del rito feudal, ¿existe algún otro motivo por el cual universalmente tenemos esta creencia?

Esa costumbre que tenemos de culpabilizar a otros de nuestros pecados está en el núcleo de una posible explicación.

Como nuestra sexualidad autoerótica (masturbación) comienza muy temprano y la consideramos pecaminosa, inventamos la fantasía de que «papá me violó».

 
(Este es el Artículo Nº 1.771)

10 comentarios:

Aldo dijo...

POr suerte en nuestra cultura ya no se considera pecaminosa la masturbación, sino recomendable.
(Piedad,soy un hombre solo)

Alicia dijo...

Es muy frecuente la fantasía de que papá me violó. Menos mal que en la mayoría de los casos no es más que una fantasía. Pero no en todos, obviamente.

Mª Eugenia dijo...

Se dice que perder la virginidad es perder la inocencia. Extraño. ¿Qué tiene que ver una cosa con la otra?

Adriana dijo...

Sí es extraño, porque en cuanto a la sexualidad, nunca fuimos inocentes. Formó parte de toda nuestra vida.

Enrique dijo...

Aunque ahora no es considerada pecaminosa la masturbación, si vemos a un niño pequeño masturbándose enfretne de las tías y de la abuela, trataremos de distraerlo o decierle con gravedad que tocarse las partes íntimas es algo íntimo.

Gabriela dijo...

Es lógico adjudicarle al padre el derecho de pernada. Es una forma de reafirmarle su lugar de poder. Lugar que el niño necesita.

Carolina dijo...

¿Se acuerda cuando fuimos a esa pequeña conferencia sobre el incesto? Habían psicólogas y psicólogos bastante higt. Yo pregunté por el derecho de pernada y la mujer que daba la conferencia se quedó descolocada, como si nada tuviera que ver el incesto con esta práctica. Raro. Pero pasamos lindo ¿no?. ¡Que se repita!

Evaristo dijo...

El derecho de pernada remarca la autoridad de quien tiene mayor poder de decisión sobre la suerte de un colectivo. Ejercer ese poder sobre las mujeres, equivale en cierto modo, a manifestar simbólicamente el poder de decisión sobre la vida de todos los súbditos.

Elena dijo...

En algún pueblo perdido en el departamento de Rocha, parece que había una banda heavy de patoteros narcos que reafirmaban su poder ejerciendo el derecho de pernada en plenos s. XXI.

Olga dijo...

Con nuestra mentalidad actual es imposible concebir que la noche de bodas la novia pase con otro hombre que no sea el esposo. ¡Qué peso enorme tiene la cultura sobre nuestros valores y convicciones!.