sábado, 1 de diciembre de 2012

La asimetría de poder médico-paciente



   
La práctica médica de medir la presión arterial al iniciar cualquier intervención establece los roles de poder asimétrico.

Los brazos equivalen a nuestras asas, así como en los animales es fácil inmovilizarlos tomándolos por el cuello o los cuernos.

Cualquiera puede tomar a otro por un brazo y llevarlo para donde quiera, siempre y cuando tenga más fuerza que el detenido.

Cuando los niños son «manejados» por la fuerza, son agarrados de esa extremidad superior. Ellos casi siempre son más débiles que los adultos que intentan dominarlos.

La sensación que siente alguien cuando es tomado por un brazo, está relacionada con la suavidad del gesto.

Nos sentimos ayudados cuando el contacto es leve y nos sentimos «obligados» en proporción a la energía con que somos apresados: Una «tenaza» es violenta y despótica mientras que un contacto delicado, con la mano abierta, es amoroso, afectuoso, colaborador.

En otro artículo (1) comentaba que la medicina recurre a procedimientos que incluyen rasgos sado-masoquistas.

A pesar de lo que popularmente se dice, el sado-masoquismo no es la perversión viciosa a la que están acostumbradas algunas personas muy enfermas, sino que remite a la adaptación saludable que hacen los niños cuando logran disfrutar al ser contrariados por los adultos que se encargan de cuidarlos.

El sado-masoquismo al que me refiero no depende de aparatos o escenografías especiales, sino a la simple actitud de tolerar y hasta de disfrutar participando en una relación fuertemente asimétrica, en la que uno toma el control absoluto (posición sádica) y el otro se somete (masoquismo).

Cuando alguien requiere una atención médica, casi enseguida será tomado fuertemente por un brazo mediante el uso de una faja inflable que lo apretará hasta cortarle la circulación sanguínea, cosa que el profesional detectará usando su distintivo estetoscopio. Así quedan establecidos los roles de poder asimétrico.


(Este es el Artículo Nº 1.765)

8 comentarios:

Olga dijo...

Nunca habia tomado por ese lado el tema tan simple y rutinario de que te tomen la presión. Ahora me doy cuenta por qué me siento más cómoda cuando me toman la presión en la farmacia. Sobre todo porque es a pedido mío.

Gabriela dijo...

Me duele un poco cuando se habla tanto del poder médico y de las asimetrías médico-paciente. Me doy cuenta claramente de que las cosas que se dicen no son inventos, corresponden a una realidad. Pero es injusto. Conozco muchos médicos que mantienen un trato horizontal, que son cálidos y delicados, que de verdad intentan ayudarnos.

Lautaro dijo...

Antes de pasar al consultorio del médico general, te toman la presión, te pesan y te miden. Ahora incluso, en algunas mutualistas lo hacen los dentistas.
Prevenir está bien. Se ahorra dolor y dinero. Pero... lo que usted dice también es cierto. Entrás al hospital y te encontrás con las túnicas blancas. ¿Qué significan? ¿Que estamos frente a seres puros e impolutos? Ya sé que es una cuestión de higiene, pero una cuestión de higiene absurda. Porque la túnica tenga roce no te vas a a agarrar ninguna porquería. La túnica o casaquilla blanca es un uniforme, y donde hay uniforme hay una institución que marca la cancha.
Cortar el flujo sanguíneo no es pavada. Aunque sea sólo por unos instantes. Imaginen como lo tomaría una colectividad con una cultura distinta a la nuestra. ¡Qué me hacés!, gritarían. ¡Por qué me apretás! ¡Qué me estás midiendo con ese aparato de agujas!

Yoel dijo...

La mano abierta a veces viene disfrazada de tenaza.

Elena dijo...

Los niños tienen momentos de extrema lucidez y sabiduría, cuando ponen cara pícara en el momento que los rezongan. Es como si dijeran ¨ya sé que me porté mal, pero no pasa nada, igual sé que algunas travesuras puedo hacer de vez en cuando¨. El niño, aunque sea débil y dependiente, igual es capaz de darse cuenta de que el poder de los adultos no es tan invulnerable.

Elbio dijo...

Disfrutar de una relación fuertemente asimétrica deja al descubierto nuestras nostalgias y/o carencias de la infancia.

Tiago dijo...

Los médicos están determinados por el sistema que recae sobre ellos. Le dicen que debe atender 40 pacientes y el tipo no tiene otra que acatar. Nosotros nos olvidamos de eso. Tendemos a pensar que es el médico quien decide.

Anónimo dijo...

Mi madre me sacudía tomándome fuertemente del brazo. A mí me daba una rabia tan grande. En esos momentos de haber podido habría sido capaz de matarla. De pronto por eso me fastidia que me tomen la presión.