Como la ignorancia no nos provoca dolor padecemos sus dañinas consecuencias sin que la Naturaleza nos lo advierta.
Si bien ignorar es en sí mismo una limitante
para cualquiera que se proponga disfrutar de las oportunidades que están a
nuestro alcance, lo más grave ocurre porque dentro de cualquier ignorancia siempre
está el desconocimiento de lo que aun no sabemos.
Es tan obvio que resulta difícil de entender:
desconocer qué es lo que ignoramos es tan grave como no saber si tenemos
hambre, o sed, o necesidades de evacuar nuestros depósitos de residuos
(intestino y vejiga).
La ignorancia no causa dolor, ni físico ni
psicológico, y eso nos vuelve absolutamente indefensos ante su existencia. ¿Se
imaginan qué sería de nosotros si careciéramos de sensores que nos indiquen que
estamos apoyados sobre un hierro incandescente?
Percibimos algunos indicios de ignorancia
cuando otro nos habla de algo desconocido como si fuera lo más natural; cuando
escuchamos alguna noticia cuya comprensión depende de que conozcamos otros
datos; cuando aplicamos un criterio que, tiempo después, reconocemos como
ridículamente equivocado.
No deberíamos avergonzarnos de ignorar ni
jactarnos de saber, aunque la ignorancia también es causante de estos
sentimientos.
Muchas personas piensan que varones y mujeres
deberíamos tener orgasmos por igual, a la vez que piensan que no tenerlos es
una falla digna de ser solucionada.
Pues bien, la humanidad no sabe responder esta
pregunta como tampoco sabe responder otras miles que aun no han sido
formuladas, por lo que decía más arriba: cuando ignoramos no tenemos idea de
cuánto desconocemos.
No solo la ignorancia genera más ignorancia
sino que esto se agrava porque muchas personas tratan de convencernos de sus
creencias fundamentalistas... que algún día la historia se encargará de
ratificar o rectificar.
Opino que el cuerpo femenino no necesita tener
orgasmos (1).
(Este es el Artículo Nº 1.778)
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10 comentarios:
La necesidad de tener orgasmos no es,desde el punto de vista orgánico, demasiado fuerte. Tanto en el hombre como en la mujer es una necesidad predominantemente psicológica.
Planteos como los de Sabrina, son los que enraisan más en nosotros la creencia en el dualismo: la cabeza por un lado, el cuerpo por otro. Cuando en realidad es obvio que actúan siempre juntos.
Ignorar implica estar perdiéndose un montón de cosas buenas y malas, de las que uno no puede sacar provecho.
Ignorás al estómago cuando tu atención está centrada muy fuerte en otra cosa.
Supongo que lo mismo que dice la gordis debe pasar con el sexo.
Lo que duele es ser consciente de la ignorancia.
Me gustaría que desarrollara más su postura con respecto a la no necesidad femenina del orgasmo. Aún no me quedan claros sus fundamentos.
Si tenemos ganas de tener un orgasmo y no lo logramos, podemos quedar de muy mal humor (depende de la ocasión). Como mujer no coincido con su hipótesis.
Habría que disfrutar del sexo sin pensar en el orgasmo. Lo más disfrutable es la trama, no el desenlace.
Lo que me gusta de usted es que da sus puntos de vista de manera valiente, pero sin una intención de convencer.
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