sábado, 15 de diciembre de 2018

EN DEMOCRACIA NOS ESTAFAN




El Defensor del Pueblo debería ser un contador que pudiera informarnos cuánto nos cuesta realmente cada gobernante, sumando las remuneraciones, los viáticos, los privilegios, las exoneraciones y los endeudamientos incobrables que pudieran generar.
Por algún motivo de conveniencia mezquina los políticos tratan de convencernos de que un país no es una empresa, con lo cual mantienen ocultos los verdaderos costos de su gestión.
Esta falta de información me convence de que sin los políticos yo tendría una mejor calidad de vida.

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