Los humanos, en última instancia, dependemos de las hormonas
femeninas responsables de la conservación de la especie.
La Naturaleza funciona sola, sin la ayuda de
los humanos, aunque nuestro afán de protagonismo, sumado a las fantasías de
omnipotencia, nos hagan pensar que «¡si no fuera por nosotros...!».
Pero no, la
Naturaleza podría prescindir de nuestra especie y seguir
tan campante. Más aun: contrariando a algunos agoreros (adivinos pesimistas),
el planeta no pasaría a estar mejor sin nosotros, dado que todos nuestros
intentos destructivos o benefactores son inoperantes, inútiles, ineficaces.
En esta idea, tan insegura como las más
populares, les comento cómo correspondería interpretar las relaciones de pareja
según la teoría que les he comentado en muchos artículos (1).
Si consideramos que:
— la hembra humana convoca a un varón para que
la fecunde;
— el varón concurre sumisamente a copular con
ella;
— las normas culturales imponen la formación
de familias monógamas;
— la naturaleza de uno y otro cónyuge los
impulsará a ser polígamos clandestinamente;
— la mujer realiza el 80% de la tarea más
importante (conservar la especie);
— estimulado por la seducción femenina, el
varón obedece a lo que ella le solicita de forma similar a como le pide para
ser fecundada (seductoramente). Ella le solicita dinero, protección, que haga
tal o cual tarea, que tenga tal o cual rasgo de personalidad (cariñoso,
trabajador, enfermizo, tiránico, sociable, huraño, chistoso, inescrupuloso,
abusador, intelectual, etc.);
— estos logros de la mujer solo ocurren cuando
ella está bajo los efectos de hormonas que la siguen estimulando para tener más
hijos con su cónyuge. Si ese segregado se interrumpe, ella perderá el poder
estimulante que tiene sobre él y este quedará en condiciones de abandonar el
hogar que ya no lo atrae hormonalmente;
...entonces podemos pensar que el poder
femenino sobre el varón depende de sus hormonas reproductivas.
(Este es el Artículo Nº 1.770)
●●●
3 comentarios:
¿Usted dice que nuestros intentos destructivos son inoperantes porque la naturaleza nos gobierna?
Mmmmm, la realidad parece demostrar lo contrario.
Supongo que las hormonas masculinas también producirán factores determinantes sobre las mujeres.
¡Así que después de la menopausia dejamos de influenciar a nuestra pareja! No me parece...
Publicar un comentario