martes, 30 de septiembre de 2008

Hombres hasta morir

Si pudiéramos partir de la premisa de que la única misión que tiene el ser humano es conservar su especie, podríamos acceder al siguiente punto de vista.

Lo que el psicoanálisis ha dado en llamar «complejo de castración» estaría dando cuenta de la triste condición masculina de ser especialmente prescindible. Por eso es que los varones participan en la guerra en mayor cantidad que las mujeres.

Castración en psicoanálisis no significa que al hombre puedan cortarle el pene y/o los testículos, sino que su destino —por ser más prescindible que las poseedoras de útero y senos—, es defender aún con su vida a las mujeres, a los niños, a los enfermos jóvenes y a los ancianos (en ese orden, según creo).

Sostengo esta idea porque lo veo en el resto de los mamíferos: el macho más fuerte (mejor dotado genéticamente) copula con muchas hembras y los otros quedan relegados a un inespecífico segundo plano.

En la explotación ganadera, se conservan las hembras para reproducción y se matan a los machos para comer su carne, reservando sólo uno de ellos para fecundar al resto de las hembras (estoy pensando en vacas, cabras, cerdos, conejos y reconozco que pasa algo similar con las aves de corral).

No solamente la mujer es estadísticamente más longeva que el hombre sino que además intuyo que nuestro género cumple su misión defendiendo la conservación de la especie aún con su vida.

●●●

lunes, 29 de septiembre de 2008

Estadísticamente importante

No estoy muy orgulloso de los resultados que observo en la productividad de la inteligencia humana. Creo que estamos orgullosos de ella inmerecidamente.

Concretamente estoy pensando en que sacamos conclusiones sobre lo que podemos medir pero ignoramos otros hechos —que podrían ser igual o más importantes— porque no podemos medirlos.

Por ejemplo, se puede elaborar una estadística en la que se indican cuántos motonetistas tienen traumatismo de cráneo por no usar un casco protector pero no podemos determinar las consecuencias de que los gobiernos obliguen a su uso. Entonces qué hace el inteligente ser humano: impone multas a quienes no usan casco cuando conducen una motocicleta.

Me pregunto (porque también yo soy un ser humano poco inteligente) qué consecuencias reales (aunque por ahora no medibles) tiene el que los gobiernos se hagan responsables de que yo me cuide.

Para mí que si los gobiernos se encargan de algo que tiene que ver nada menos que con mi instinto de conservación, éste se irá atrofiando y es probable entonces que me vaya convirtiendo en alguien que tenga más accidentes aunque probablemente mi cráneo salga ileso.

Por el contrario, si los gobiernos no atrofian mi instinto de conservación con su actitud intervencionista, es probable que yo sea más responsable de cuidarme y que en definitiva tenga menos accidentes.

En suma: el defecto que señalo es que controlamos lo medible descuidando lo no medible (aunque sea mucho más importante).

●●●

domingo, 28 de septiembre de 2008

¿Qué hago?

Necesito que él me quiera porque sóla no puedo vivir.

Para que me quiera tengo que ser deseada. Si no me desea no me quiere.

Si me desea a mí es porque a él le hago falta, tiene carencia de mí. Si él tiene carencia de mi, entonces me quiere que es lo que yo necesito que suceda.

Pero resulta que como él me necesita (por suerte para mi), entonces yo estoy empezando a darme cuenta que su carencia es culpa mía.

Si siento culpa entonces todo se me complica pues sufro al necesitar su amor y sufro porque me siento culpable porque soy la causa de su carencia.

¿Qué hago? Ya sé: Me hago la distraida con eso de que su carencia es culpa mía e insisto para que me quiera sea como sea. Él sabrá cómo arreglárselas. Al final él es una persona grande y yo no tengo por qué estar cuidándolo. Supongo que sabrá cuidarse sólo. Si yo hiciera algo por cuidarlo estaría desmereciendo su capacidad de cuidarse y eso implicaría quitarle valor, descalificarlo.

Si lo descalifico puedo terminar dándome cuenta que no es alguien tan valioso para mí y ya no me importa tanto si me quiere o no me quiere.

¿Qué hago? Ya sé: me voy a mirar un poco de tele.

●●●

sábado, 27 de septiembre de 2008

Al nene le chocaron el auto

Aunque confieso que el psicoanálisis me resulta muy convincente en infinidad de hipótesis, ahora lo dejaré un momento de lado porque quiero ser bien claro.

La palabra neurosis se usa corrientemente y a pesar de su amplio uso tiene significados muy variados, que van desde los más sofisticados a los más elementales.

¿Para qué complicarnos tanto si no tendremos que dar una conferencia para recibir un Premio Nobel?

Un neurótico es un tipo infantil. Es alguien que no terminó de desarrollarse. Se quedó con varias partes de su psiquis pequeñas, enanas, petisas.

Estas personas no aguantan esperar, no soportan que le digan que no cuando piden algo, les molesta mucho que le señalen sus errores, se irritan con facilidad, cambian de humor fácilmente.

Como la vida no tiene un tratamiento especial para ellos, entonces los que tendrían que adaptarse son ellos. Como no pueden adaptarse porque son inmaduros como un niño, entonces se inventan realidades paralelas, como por ejemplo:

Si tienen que esperar, se enojan porque imaginan que alguien está incumpliendo un horario o está trabajando demasiado lentamente; temiendo una negativa, imaginan un entorno hostil y egoísta; y así en cada caso, supondrán que la responsabilidad de sus carencias son ajenas, pensarán que todo está mal, que la vida es demasiado dura, que las personas son todas ingratas, mediocres, egoístas.

No es nada fácil ser neurótico. Es mucho más difícil ser neurótico que hacerse una psicoterapia, pero esta es otra característica de los neuróticos: no reconocen que necesitan ayuda.

●●●

viernes, 26 de septiembre de 2008

¿Te creo o no te creo?

No es posible creer en lo que nos dicen por más sincero que sea el otro. Lo más que podemos llegar a pensar es que el otro nos dice exactamente lo que está pensando.

A las 10 de la mañana, miro a mi compañera y le digo: «¡Qué hermosa que eres! ¿Podemos tener sexo ahora?»

Ella puede estar segura de que lo que le digo es exactamente lo que estoy pensando pero lo que no debe creer es que sea hermosa.

Otro día, a las 20 y 15 de la noche, miro a mi compañera y le digo: «¡Qué necia que eres! ¿No entiendes que el dinero no nos alcanza para hacer esa compra?»

Ella puede estar segura de que lo que digo es exactamente lo que estoy pensando pero lo que no debe creer es que sea necia.

Puse un ejemplo positivo y otro negativo porque me interesa dejar claro que tanto vale para lo que nos endulza los oídos como para lo que nos amarga la existencia.

El valor universal de lo que opina el otro ES NULO. Es su idea, su ocurrencia, piensa de esa forma. Nada más.

El valor universal de lo que opino yo también ES NULO. Es mí idea, mi ocurrencia, pienso de esa forma. Nada más.

Esta disección de algo tan simple de la vida cotidiana procura dejar sentado que lo creíble es la relación entre el pensamiento y lo expresado pero que no siempre existe relación entre el pensamiento y la verdad universal.

Todo esto vale también para lo que acabo de escribir. Puede creer que es lo que yo pienso pero no debe creer que estas sean verdades universales.

●●●

jueves, 25 de septiembre de 2008

La ciencia trae mala suerte

Los humanos queremos saber cómo funcionamos para poder hacer algo en nuestro favor y evitarnos las sorpresas desagradables.

Nos gustaría saber qué deseamos exactamente para no sentirnos tan abrumados ante nuestros cambios de parecer. Comenzamos el día deseando contraer matrimonio y al promediar la tarde estamos pensando que esa sería una mala idea. Comenzamos una carrera universitaria llenos de entusiasmo y a los dos años nos parece que lo más interesante está en otro lado.

Un gran adelanto logrado por el pensamiento psicoanalítico es entender que no gobernamos nuestra conducta sino que apenas tenemos una co-participación. El centro de poder está en el inconciente de cada uno de nosotros. Es desde ahí de donde salen las órdenes que difícilmente dejamos de cumplir. ¿Por qué tengo estas ganas irrefrenables de volver a fumar después de no probar un cigarrillo en cuatro años? ¿Quién me manda a decirle al vecino que debería hablar con su hija que todos los días llega de madrugada traída por hombres distintos? El inconciente: no hay otro.

Es angustiante sentirnos como una marioneta manejada por un titiritero imprevisible. Como es tan desagradable enterarnos de esta mala noticia, negamos las informaciones que el psicoanálisis tiene para darnos.

Ya antes habíamos tenido otras dos malas noticias bastante hirientes para nuestro amor propio.

Cuando a Copérnico se le ocurrió decir que nuestro planeta no está en el centro del universo, casi lo matan. La humanidad entera se sintió ofendida por la falta de respeto que estaba teniendo este señor mal educado.

Tras cartón a Darwin se le ocurre afirmar que no somos una creatura fabricada por un ser maravilloso (Dios) sino que apenas somos un mono con mejoras.

Y como no hay dos sin tres, aparece Freud para decirnos que somos gobernados por un inconciente, que carecemos de autonomía y otras malas noticias. ¿Quién podría aceptar el psicoanálisis con estos antecedentes?

●●●

miércoles, 24 de septiembre de 2008

Mi niño ya se afeita solito

El embarazo termina completamente a los 28 años contados a partir de la fecundación. Mejor dicho: el período de gestación del ser humano es de 336 lunas (28 años x 12 lunas = 336 lunas) y no 9 como se dice vulgarmente.

Este error de 327 lunas (336 – 9 = 327) se debe a que en nuestra especie predomina la ansiedad e interpretamos que el parto es un acto de nacimiento. En realidad es solamente un cambio de útero por razones de espacio. La naturaleza cambia un útero materno por un útero social.

Las familias hacen algo parecido. Primero el matrimonio vive en un monoambiente, luego, cuando tienen su primer hijo se mudan a una casa con dos dormitorios y así continúan mudándose a medida que la familia requiere más lugar.

Digo entonces que el parto es una mudanza por razones de espacio ya que el feto no para de aumentar de tamaño y la naturaleza —sabiamente—, tiene previsto que el feto tenga todo pronto para alimentarse por vía oral y recibir oxígeno por vía aérea al cumplirse las primeras 9 lunas de gestación. Pero el proceso continúa, como digo, hasta aproximadamente los 28 años.

Recién a esta altura, el niño se encuentra en condiciones razonables de tener una vida independiente, puede trabajar, puede fundar una familia propia y puede prescindir del apoyo que le estuvieron dando los padres y la sociedad durante las mencionadas 336 lunas.

Muchos conflictos familiares y sociales se evitarían si entendiéramos de una vez por todas cuál es el verdadero plazo de gestación y no continuáramos presionando a nuestra descendencia prematuramente.

●●●