
Todos los seres vivos necesitamos un territorio donde establecernos y donde cultivar vegetales y criar animales, que nos servirán de alimento.
A lo largo de la historia, hemos podido constatar que algunos pueblos se han caracterizado por invadir nuevos territorios, mientras que otros han tenido que defenderse de esos ataques con mayor o menor éxito.
Una estrategia utilizada por los pueblos invasores, ha sido la de violar a las mujeres del pueblo invadido para que, a partir de las nuevas generaciones, tanto las madres como los hijos, desarrollen un vínculo con los invasores, hasta que emocionalmente, se fusionen con los conquistadores y la conservación del territorio anexado, deje de ser conflictiva.
Los varones de los pueblos invadidos, mueren en la lucha por defender sus tierras.
El fútbol (actualmente —año 2010—, se juega un mundial en Sudáfrica), es un juego en el que once jugadores de cada equipo y ajustándose a ciertas reglas, intentan meter un balón en el arco del contrario.
Como vemos, la similitud con la técnica invasiva de embarazar las mujeres del territorio invadido, es por demás significativa.
La existencia de reglamentos y de espectadores, convierte a cada evento en un espectáculo que deja de ser bélico —como su antecesor con el cual hago la comparación (la guerra de conquista) —, aunque los hinchas más violentos, agreden, atacan, hieren, matan.
Los jugadores imitan a los guerreros, pero algunos hinchas, siguen siendo guerreros.
(1) La mujer de Juan Pérez
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