CAMBIO DE VIDA
Parece que alguien le dio mi dirección,
pero, además, cuando abrí la puerta y el vendedor vio mi cara de aburrimiento,
se dedicó a ofrecerme las Vidas más insólitas: Aventuras, viajes, nuevas
degustaciones, amores exóticos, drogas alucinógenas, juegos electrónicos de
realismo ampliado. Estuvo varios minutos describiendo con ritmo acelerado un
impresionante menú de sensaciones. Cuando pensé que la exposición había durado
un tiempo suficiente, atiné a preguntarle por el valor económico de esas
Vidas. El vendedor, seguro de su venta,
me dijo que cada una costaba USS 1.000.-
Sentí una profunda desilusión porque yo también estaba pensando qué lindo
sería tener otra Vida. Como si una mano invisible hubiese borrado mi entusiasmo,
le dije: — ¿…y para qué voy a cambiar de Vida si todas valen lo mismo? Al
vendedor se le cayeron las cejas y la comisura de los labios. La frente perdió
la mitad de su altura. Aquel despojo humano se alejó con los hombros por el
piso y yo me ahorré mil dólares.
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