Los varoncitos, instintivamente, miran a una mujer con actitud
productiva, porque en su cuerpo se desencadena un proceso de producción de
semen que, a lo largo del día, se va acumulando en la vesícula seminal.
Las mujercitas, instintivamente, miran a un hombre con actitud
consumista, porque en su cuerpo, cuando ocurre la ovulación, se produce un
intenso deseo copulatorio, (base esencial de la conservación de la especie),
consistente en recibir el contenido de la vesícula seminal del elegido que
concurre a esa convocatoria.
Si bien todo esto ocurre fuera del control de ella o de él, muchos
reaccionan violentamente cuando se enteran porque saber que es la Naturaleza la
única que “hace y deshace” en nuestro funcionamiento los pone demasiado angustiados
y ansiosos.
NOTA: La mayoría de los problemas psicológicos están causados por la
colisión entre la realidad y lo que desearíamos.
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