Yo estoy conforme (orgulloso
creo que no) con ser varón, pero reconozco que tenemos algunas taras insólitas.
Me he preguntado por qué
tantos varoncitos desearían disponer de un pene enorme, largo y grueso. Tengo
una hipótesis que puede conformar a los psicoanalistas tolerantes. Para mí que
esos fanáticos que se rellenan los pantalones para lucir genitales portentosos
suponen que una mujer no admitiría un pene más chico que el niño que suele
transitar por su vagina. Con un pene más chico que un bebé una mujer ni se
entera que le están haciendo el amor.
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