Las personas
sugestionables (religiosas, supersticiosas, fatalistas y demás análogas), son
lectoras mordaces del horóscopo diario. Son mordaces porque culturalmente se
avergüenzan de sus creencias infantiles, sin embargo, en soledad, masturbatoriamente
diría, se las ingenian para que el vaticinio se cumpla.
Por lo tanto, si alguien
me preguntara si yo creo en los horóscopos diría que sí, en tanto participan en
algunas decisiones de muchas personas.
ANÉCDOTA - Cuando Jorge
Batlle era joven se encargaba de redactar los horóscopos publicados por el
Diario Acción que dirigía un familiar. Quizá usted y yo también podríamos
redactarlos si acertáramos con el estilo literario que los caracteriza y los
hace confiables para el público fatalista y creyente en que todo está determinado
y escrito desde el día y la hora que nacimos.
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