sábado, 14 de febrero de 2015

Un día de domingo - II




Este segundo relato hablado se llama así porque lleva el nombre de una canción fascinante, interpretada por la señora Gal Costa y por el señor Tim Maia.

Como en el caso anterior, para entender el relato y para entenderme a mí, usted tendría que escuchar esa canción accediendo al siguiente link: 

El tema central de esta historia refiere a las consecuencias de no poder abortar, debido a restricciones legales, culturales o religiosas.

Justamente, en este último caso, señalo que el celibato de los curas y de las monjas católicos equivale a un aborto en tanto ellos, como cualquier otro ser humano, al fallecer, debieron reponer con hijos el cuerpo que tendrán que abandonar.

Es una consecuencia de esta postura filosófica entender que, cuando las mujeres están autorizadas a abortar, disminuye la cantidad de hijos no deseados.

Aunque es imposible de demostrar, no descartaría la hipótesis de que los suicidas, o por lo menos algunos de ellos, fueron hijos no deseados que, en su acto terminal, provocan el ‘aborto’ que originariamente fue evitado.

(Este es el Artículo Nº 2.255)

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