Sacamos precarias conclusiones generalizando datos
insuficientes y un refrán popular se burla de quienes no lo hacen.
En muchos artículos me he referido a una
función mental que me llama la atención, pero también me preocupa, pero también
me da bronca. Me refiero a la «metonimia».
Cuando
alguien dice: «Fulano ya peina canas», para expresar que Fulano es una persona
que tiene canas y que por lo tanto tiene muchos años de edad, está igualando una característica de la vejez
(las canas), con la vejez misma. Dicho de otro modo, está remplazando el efecto
(cabello blanco) por la causa (envejecimiento).
Cuando
alguien dice: «Fulana compró un Picasso», para expresar que compró una obra de
Picasso, supone que el pintor y sus obras son lo mismo.
Cuando
alguien pierde un examen, puede llegar a decir «no sirvo para nada», «nunca
podré terminar mis estudios», «soy un inútil», porque está suponiendo que el
fracaso aislado de un examen será igual en todas las futuras pruebas de
conocimiento.
Cuando
alguien recibe una respuesta negativa a su propuesta enamorada, puede llegar a
pensar que nadie lo quiere ni podrán quererlo en el futuro.
Esta
tendencia a generalizar con datos notoriamente escasos parece estar en nuestro cerebro como método
defensivo, de tal forma que si al recorrer un cierto camino tropezamos con una
piedra, algo se active en nuestra mente para que nunca más hagamos ese
recorrido.
Aunque esta
sea una reacción equivocada, pues nos induce a sacar conclusiones de forma muy
precaria, está reforzada con una refrán irónico por el que se nos recuerda
burlonamente que «el hombre es el único animal que tropieza dos veces en la
misma piedra».
Dicho de otro modo, nuestro cerebro saca
defectuosas, precarias y pobres conclusiones, y un refrán popular reafirma esa
forma de pensar.
(Este es el Artículo Nº 1.795)
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13 comentarios:
Cuando se me mete un problema en la cabeza no puedo pensar el resto de los problemas; eso a veces. Otras veces todos los problemas se me vienen juntos y no puedo pensar ninguno.
La metonimia te concentra en un problema y lo deforma, lo vuelve monstruoso.
La generalización vuelve problemática la vida entera.
Pero ambas, la metonimia y la generalización, te complican la vida.
Lo que dice en la foto, eso de encariñarse con la piedra, sucede. Buscamos problemas para vivir, buscamos estímulos. Y después encima nos quejamos.
Soy un bicho nocturno, quizás por eso los problemas se me ponen demasiado negros. Dicen que a la mañana, con la luz del sol, los problemas se ven de otra manera. Los problemas nocturnos tienen demasiada oscuridad.
Creo que empezaré a levantarme más temprano.
Nos defendemos para no pasar por la misma experiencia penosa dos veces. El error está en que ninguna experiencia es igual a otra.
Estoy segura de que todos los seres vivos tropiezan dos veces con la misma piedra, o con piedras similares, teniendo en cuenta el comentario de Filisbino.
Y sí... la única manera de aprender a caminar es tropezando.
Yo tropiezo en la misma piedra, no CON la misma piedra. Lo que quiero decir es que en las mujeres siempre encontrás una piedra EN la que tropezar; CON cada mujer.
Bueno, ya empezamos otra vez con las generalizaciones sexistas.
Fracasar con 5 mujeres da como para hacerse a la idea de que mejor ponerse de cura.
Encariñarse con las dificultades no está del todo mal. Eso te vuelve persistente.
La familia no funciona. Lo comprobé durante mis primeros 20 años de vida. No me pidan ahora que forme otra familia.
Las situaciones congeladas en las fotos tienen vida propia. Se te meten en el corazón y uno se vuelve como una planta carnívora. Uno se dobla hacia dentro en la búsqueda de esa foto que quedó en el corazón. Mientras la foto tenga vida uno seguirá buscándola desde adentro, por más que no la encuentre afuera.
A mí me generaron una foto que se me pegó a la piel. Me dijeron demasiadas veces que era un inútil.
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