miércoles, 30 de enero de 2008

Neurotransmisores - Gragea Nº 35

Me tenía cansada y se lo tuve que decir: «¡Usted es un heterosexual reprimido!». Fijate que colecciona chistes machistas y se vive quejando de que las mujeres esto y las mujeres lo otro. ¡Pura envidia!

Esta persona se queja de alguien que no está conforme con ser heterosexual, cosa que puede suceder aunque parezca un poco fuera de lógica. Alguien puede ser heterosexual pero envidiar mucho las particularidades que cree encontrar en el género opuesto.

Tal situación se observa en ambos sexos. Hay mujeres que se sienten atraídas solamente por hombres pero que también desearían ser hombres... y lo mismo para los hombres que sólo disfrutan sexualmente con mujeres pero que dicen por ejemplo: «Si yo fuera mujer, sería puta»; «Desearía ser mujer para tener más orgasmos», etc.

4 comentarios:

Raúl Avila dijo...

No discuto el contenido del post, entre otras cosas porque no soy Licenciado (supongo que en psicología) como el autor. No creo estar a la altura de las circunstancias.
De todos modos, creo que también hay un machismo cultural (si se permite la expresión), que en el Río de la Plata se torna "ambiental".
Ese machismo es fomentado, impulsado y alimentado por ambos géneros, y por todos los practicantes de cualquiera de las conductas sexuales.
Lo veo como algo así: mi forma de legitimación implica -necesariamente- la crítica constante (en forma agresiva, humorística o ambas combinadas) al género o la práctica sexual del otro.

Anónimo dijo...

Evidente! todos tenemos desviaciones sexuales o psicológicas, acaso alguien no ha deseado jamas la muerte de una persona allegada o popular? y sin embargo no todos somos asesinos.
Las desviaciones o impulsos que no son concordantes con nuestra forma de vida en sociedad debemos reprimirlos y dejar aflorar los que nos corresponde como seres civilizados, pensantes y sexuados.

Anónimo dijo...

Lo que yo subrayo es ese juego literario de "heterosexual reprimido". No lo entiendo bien pero me provoca algo.

Anónimo dijo...

En algún lado leí de alguien que se definía como lesbiano, porque según él era una mujer lesbiana en el cuerpo de un hombre, pero como esa lesbiana era activa, entonces él ejercía el rol masculino clásico pero luego de hacer todo ese extraño recorrido.
Creo que lo expliqué bien.