Marysol entró a la vida con el pie izquierdo
porque no pudo llevarse bien con la mamá, quien la atendió con un amor
exagerado porque no podía diferenciar a su hija de sus muñecas.
Marysol no conoció a su padre biológico pero
todo su amor lo concentró en quien también la amaba entrañablemente: el hermano
de la infantil mamá.
Timoteo era un fumador empedernido, apasionado
tomador de mate, incansable admirador de Carlos Gardel, apóstol de la soltería,
fanático de la limpieza de su habitación, pero extrañamente, no disfrutaba ni
de la televisión ni de la radio ni de los deportes más populares del Río de la
Plata: fútbol y básquetbol.
Timoteo amaba a su sobrina porque esa era otra
de sus rarezas, no solamente era un excelente «amo de casa», experto en limpiar y cocinar,
sino que también adoraba a los niños, especialmente a Marysol.
La energía
sobrante de sus tareas hogareñas, la destinaba a estudiar con pasión religiosa
todo lo concerniente a los movimientos sindicales de su país y destinaba un
amor incondicional por los dirigentes comunistas.
Marysol
entró a la vida con el pie izquierdo, no solamente porque no conoció al padre,
se encontró con una madre que la trató como a una muñeca más y fue amorosamente
protegida por un ideólogo marxista que siempre le dijo que Marysol es nombre de
burgueses.
Marysol lo
amaba, soportaba a su mamá como podía, militaba junto a su tío, y entre los dos
formaban una pareja ideal, separados por visibles 32 años de edad.
Quiso la
suerte de quien naciera con el pie izquierdo, que se enamorara perdidamente de
un joven algo menor que ella, que le despertó en pocas horas todas las hormonas
reproductivas de que disponía con sus 19 años.
El joven
era una pésima persona, no solo diagnosticada por el tío sino por cualquiera
que conociera tan solo un par de antecedentes del muchacho. La única que no
reconocía este hecho era ella, como siempre ocurre.
La vida de
Marysol comenzó a complicarse cada vez más pero ella insistía con que quería
tener un hijo del impresentable personaje.
Tanto luchó
para quedar embarazada, que al final lo logró.
Le pidió de
mil maneras que se viniera a vivir con ella, le rogó al tío que la ayudara a
mantenerlos, todo era absolutamente desagradable, increíble en una mujer tan
inteligente y comprometida con el buen proceder.
Sin embargo
todo se aclaró cuando el malviviente cayó enfermo y en menos de 24 horas murió de
forma poco frecuente.
Efectivamente,
la joven lo estuvo envenenando hasta que lo mató.
Ahora está
criando a su hijo internada en una penitenciaría, feliz de haber gestado a este
niño, idéntico a como lo había soñado desde pequeña.
(Este es el
Artículo Nº 1.676)
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17 comentarios:
Opa!!!!! Qué cuento Doc! Me encantó.
El Mieres cada día escribe mejor.
Extrañísimo. La chica quería tener un hijo con un hombre al que termina matando. ¿Por qué? De pronto porque él no quiso hacerse cargo, no quiso convivir con ella y el niño. Entonces parece que pasó del amor al odio en un chistido. La verdad que los humanos somos peligrosos.
Ese bueno para nada se merecía ese final.
Yo pienso que la muchacha nunca llegó a amar a ese hombre. Cuando quedó embarazada lo quiso cambiar. Lo que ella quería era tener un hijo con él, vaya uno a saber por qué motivo. Pero amarlo, no lo amaba.
Si sentís que para amar a alguien tenés que cambiarlo, entonces lo que estás amando es una idea de hombre, no a un hombre de carne y hueso.
Estando muy seguro de lo que uno quiere, de lo que está bien y lo que está mal, es posible que cuando el otro se aparte de lo que nosotros consideramos correcto, no lo podamos soportar.
Tener una madre que juegue a las muñecas con sus hijos no es lo peor del mundo, pero entra en la categoría de cosas complicadas.
La mujer eligió instintivamente al hombre correcto. Tuvo el hijo que quería. La historia terminó bien. Que luego pase 30 años en la cárcel es un daño colateral.
El tío me resultó sospechoso desde el principio. Debe ser mi propia malicia la que estoy proyectando sobre el pobre hombre. Tal como ud. lo describe a mí me resulta simpático.
Y qué querés Rosana! la foto que puso Fernando le juega en contra.
Se lo digo de manera contundente: Marysol escapó de la relación incestuosa con su tío.
Apoyo la postura de Alejandro. Cuando la presión hormonal se volvió insoportable para Marysol, la piba buscó la forma de alejarse. Lo logró a la perfección. Terminó en la penitenciaría.
¿Es posible que el tabú del incesto pueda llevarnos a cometer homicidio?
Los tabúes fundantes de una sociedad te pueden llevar a cualquier cosa. Porque si el tabú cae, todo se desmorona. El tabú es como la piedra angular de un edificio.
Marysol quedó envenenada cuando comprendió que el hijo que iba a tener era sólo de ella. Imaginó que era el hijo de una pareja, la pareja formada por ella y ese muchacho impresentable del que se enamoró. Entonces fue que se sacó de a poco el dinero que acumulaba adentro y se lo fue inoculando al padre biológico del niño.
Para peor Marysol tampoco consiguió que su tío se postulara como padre adoptivo de la criatura.
Ese tipo era un zángano: por eso lo mató, como haría cualquier abeja.
Me parece que Diana tuvo una pequeña confusión, en lugar de veneno puso la palabra ¨dinero¨. Diana dijo: ¨entonces fue que se sacó de a poco el dinero que acumulaba dentro y se lo fue inoculando al padre biológico del niño¨. ¿Dinero es equivalente a veneno? Da para pensarlo.
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