sábado, 5 de mayo de 2012

Roles masculinos: fecundar y proveer



El varón es seleccionado por su dotación genética y/o por su capacidad como proveedor afectivo y económico.

Según mis puntos de vista comentados en otros artículos (1), las frecuentes disoluciones conyugales (divorcios, separaciones matrimoniales) son plenamente entendibles.

Veamos algunos hechos observables:

— Las mujeres desean ser madres como respuesta orgánica a sus hormonas, de forma similar a como otras hembras mamíferas entran en período de celo;

— Con este impulso, buscan, eligen y seducen al varón que según el instinto de ellas será el mejor padre de sus hijos;

— Como el instinto maternal no depende solo de las hormonas que activan el aparato reproductor femenino sino que también activan otras funciones corporales que estimulan el deseo de criar niños, las madres post-menopáusicas alientan, estimulan y hasta presionan a sus hijas para que se embaracen. Tan fuerte es este sentimiento de protagonismo que cuando se enteran del embarazo de la hija, gritan alborozadas «¡Voy a ser abuela!»;

— No siempre el varón seleccionado por su dotación genética (adecuada para gestar los mejores hijos) es quien además tiene otras condiciones que le permitan a la joven mamá recibir de él el apoyo afectivo y económico que necesita. Esta es la causa principal de las frecuentes disoluciones conyugales: la mujer (y su madre), una vez obtenida la fecundación de la cantidad de hijos que «deseaban», evalúan al varón en los demás aspectos (afectivos y económicos) para luego «quedarse con él» o expulsarlo.

— La madre divorciada y con la tenencia de sus hijos, retoma nuevamente la búsqueda, elección y seducción de un varón que reúna las condiciones necesarias para satisfacer los nuevos requerimientos: apoyo afectivo y económico.

— Un nuevo varón ingresa a la familia atraído por suministros narcisísticos (trato maternal, sumisión) que ofrece la mamá de los niños, secundada por su propia mamá (abuela de los pequeños).

Nota: La imagen corresponde a la película “Jerry Maguire”. Escena en la que Tom Cruise dialoga con el hijo de su novia (Renée Zellweger).


(Este es el Artículo Nº 1.563)

12 comentarios:

Carolina dijo...

Qué tema difícil de pensar, Doc!!
No sé por qué, pero me pone triste.

Lautaro dijo...

Parece ser que existe un matriarcado subterráneo que nos gobierna!

Leticia dijo...

Pero a mí me parece que elegimos al varón por la dotación genética pero además por los otros factores afectivos y económicos. Si fuese así,¿para qué volver a elegir luego de tener hijos?

Laura dijo...

Lo que pasa, Leticia, es que el desempeño se evalúa en la cancha. Si después de ser padre, el hombre no sigue sosteniendo su rol de proveedor, la relación cae.

Marcos dijo...

La abuela no cumple el rol protagónico, pero cumple un importante rol secundario.

Fabián dijo...

Cuando la mujer todavía no tiene hijos, y desea tenerlos, puede que predomine en la elección lo hormonal, la ¨cuestión de piel¨. Después de tener los hijos, el rol de proveedor se vuelve fundamental, sobre todo en lo afectivo.

Marcelo dijo...

La verdad que la abuela de mis pequeños no me ofrece demasiados suministros narcisísticos que digamos...

Rulo dijo...

En fija te están evaluando. Yo abriría los ojos.

Gerardo dijo...

Expulsión en puerta Marcelo!!
jajajajaj!!!!

Marcelo dijo...

El varón nuevo no va a ser nuevo por mucho tiempo...

Gerardo dijo...

La esperanza es lo último que se pierde.

Selva dijo...

Como madre de un adolescente varón, me pregunto si inconscientemente no lo estaré presionando también a él para que me de nietos. Me doy cuenta de que le hablo demasiado del condón.