El psicoanálisis es impopular porque es demasiado costoso (en angustia, dinero y tiempo).
El psicoanálisis predica (en el borde del desierto), que la mejor calidad de vida se logra diciendo la verdad, pero termina entreverado con los demás (religiones, ideologías, filosofías), que también dicen lo mismo.
Es casi imposible que alguien se presente para sugerir la falsedad, la mentira, el engaño.
La única diferencia (y no soy quién para decirlo porque adhiero al psicoanálisis) es que este arte-científico, orienta la atención a que sus estudiantes y pacientes fortalezcan su psiquis, para poder sostener algo que resulta muy pesado, esto es, aceptar la triste realidad de que somos altamente vulnerables, incoherentes y mortales (por mencionar sólo algunas de nuestras flaquezas).
Las demás ofertas que intentan ayudarnos, apelan a otros recursos:
— las religiones nos acusan de culpables pero nos ofrecen la oportunidad de arrepentirnos, rectificarnos y ganarnos nada menos que el cielo.
— las ideologías políticas, nos dicen que sus adherentes somos los únicos que tenemos la razón y que los adherentes a las demás filosofías, están alevosamente equivocados, piensan distinto en beneficio propio y por lo tanto, estamos moralmente obligados a combatirlos donde sea, en las elecciones, en los debates y —por qué no— apelando a la guerrilla urbana, el sabotaje o la militancia gremial, puesto que el fin supremo (imponer la única verdad) justifica cualquier medio;
— las filosofías, tanto se vuelcan hacia la resignación ante el dolor como a la búsqueda incansable del placer, pero no es su objetivo ofrecernos procedimientos, sino simplemente desarrollar sus posturas desde un punto de vista teórico.
Puestas (como están) en libre competencia (religiones, ideologías, filosofías y psicoanálisis), de más está decir que las religiones son las que ofrecen más por menos mientras que el psicoanálisis es el que ofrece menos por más.
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13 comentarios:
Predicar en el borde del desierto. Esa frase me encantó.
Excelente el artículo. Resume de manera clara una visión general de los propósitos globales del pensamiento humano.
Una ideología política no se combate por medio de la guerrilla; por este medio se combate para derrocar a quienes están en el poder.
Las ideologías políticas se combaten por medio del debate(en el mejor de los casos), la difamación, los rumores, los infiltrados en las manifestaciones pacíficas para incitar a la violencia, los fraudes electorales, las coimas, etc.
Mire, para mí las filosofías de los filósofos, no intentan cambiar la realidad. Sí cambian la realidad las opiniones de personas que cuentan con un concenso de respeto. Me atrevo a decir que ese es su caso, aunque quitaría la palabra concenso.
Los extrictamente filósofos, satisfacen su necesidad íntima de ordenar la realidad a su antojo. Sus lectores se copan como quien se copa con una novela. Difícilmente un grupo importante de personas intente llevar a la práctica las propuestas de los filósofos. Aunque debo reconocer que el sólo hecho de hacernos pensar, enriquece nuestra capacidad de abstracción, y ese es un cambio favorable que no afecta sólo al individuo, sino también al clima cultural de su época.
No es fácil arrepentirse de corazón, arrepentirse de manera auténtica. Por eso pienso que el camino propuesto por las religiones es muy exigente. Claro que usted lo ataca como si fuera un lastre que retraza la evolución humana.
Esté o no uno de acuerdo, hay que reconocer que esta vez Evangelina planteo un argumento válido. De todos modos pienso que las religiones atrazan la evolución del pensamiento humano.
Me parece que antes las filosofías contaban con más adeptos. Hoy están mucho más apartadas del sentir popular.
Estoy de acuerdo en que el Psicoanálisis es el que ofrece menos por más. Los psicoanlistas deberían advertirnos con esa frase, antes de iniciar el tratamiento. A muchas románticas nos gusta embarcarnos en empresas casi imposibles. Saber que nos enfrentaremos a grandes dragones como la angustia, la frustración, el desconcierto, la inseguridad, el enojo... a much@s nos hace sentir como héroes.
Así y todo, no es nada fácil dar el primer paso.
El problema de ser un adherente es que no te deja espacio para pensar.
La mejor calidad de vida se logra DICIÉNDONOS a nosotros mismos la verdad.
En el club de los impostores, aprendés un montón. Aunque mi madre tenía razón cuando me decía "no quiero que andes con malas juntas".
Prefiero ser estudiante de psicoanálisis que paciente. Le parece una buena elección?
El Psicoanálisis ofrece buenos ingresos al psicoanalista, pero nunca se compara a la trascendencia de los cambios que puede lograr para su vida, el paciente.
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