— Cuando salí a pasear la perra, me llaman por teléfono. Miro: algún desconocido que no tenía entre mis contactos. —Hola —digo con voz confiada— y me contesta un tipo. —¿Cómo te va Patricia? ¿Sabés quién habla verdad?
— Qué raro!
— Me siento en un banco de la plaza y le digo como si a cada rato me hicieran llamadas de ese tipo: —No recuerdo tu voz—. Él se quedó callado como si no hubiera esperado esa respuesta, pero me dice: —Vos me conocés muy bien, hacé memoria, no puede ser que ya me hayas olvidado.
— ¿Ramiro? ¡El secretario del liceo!
— ¡Para nada…! ¡Te imaginás mi cabeza! — Debe ser un compañero de trabajo de Ruben que me está haciendo una broma mandado por él que es un enfermo de celos —pensé. El tipo suspira bien fuerte, para que lo oiga y me manda: — Hacé memoria Patricia. No puede ser que me hayas olvidado.
— ¡Increíble! Y vos, ¿qué le contestaste?
— ¿Sos un compañero de mi esposo? —le dije tanteando el terreno pero de paso diciéndole que soy casada. — Ay, qué desilusión! ¿No me digas que te casaste? —me dijo con voz de cantante de baladas. —¿Quién sos? —le insistí perdiendo un poquito la paciencia por tanto misterio.
— ¿Y...?
— El tipo volvió a suspirar como para que lo oiga y me dice: — Está bien, te digo quién soy. ¿Me ves sentado en el banco que tenés enfrente?—, y ahí estaba el hermano de Ruben que se había ido a Bélgica antes de que nos conociéramos.
— ¿Y ese de dónde salió?
— Ruben me habló mucho de él. Es su hermano mayor, se dedicó toda la vida a la trata de blancas, es dueño de una fortuna y volvió al país de incógnito.
— ¡Un delincuente!
— Sabés que el tipo se levantó del banco y comenzó a caminar hacia mí. Se me sentó al lado y me tendió la mano. Yo apagué el celular y me quedé dura.
— ¿Por qué, qué pasó?
— Me sonrió. Sentí como una nube de electricidad por todo el pelo, la espalda, bajó por las piernas, volvió a subir y se me instaló en la pelvis. ¡Con razón hizo fortuna!
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10 comentarios:
Me gustó mucho el cuento. Imaginé todo como si lo estuviera viendo.
¿Cómo se conocen si él se fue a Bélgica antes de que me presentaran a Patricia? ¿O se habrán conocido antes y ella nunca me lo comentó? Este hijo de puta nunca la va por derecha. ¿Se habrán conocido por teleconferencia? Y ella va tan ufana a encontarse con él en la plaza! Siempre desconfié de Patricia, sabía que tarde o tempreno me iba a cagar ¡pero con mi propio hermano! Y bueno... valieron la pena estas 5 horas que estuve congelándome en esta maldita azotea, además tuve suerte de que me dejara pasar el portero.
Las mujeres podemos quedarnos duras sin que se note.
Ya la veo a Patricia trabajando en Bélgica.
Por suerte los compañeros de trabajo de mi esposo no me llaman...
Me encantó eso de la "voz de cantante de baladas".
Ahora yo le digo una cosa, si un tipo me habla así, enseguida lo descarto. A mí me gusta el cantito entrerriano, pero sin la balada.
Si Patricia lo olvidó, debe ser porque lo asocia a experiencias traumáticas.
Qué se me viene Blanca a hacerse la psicóloga. El tipo tiene la guita, y eso lo vuelve inolvidable.
La ropa que lleva puesta... ¿no se la habrá puesto para viajar? Es como un uniforme de chigoló.
Si era mi perra, seguro que lo muerde.
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