viernes, 14 de agosto de 2009

El odio es mejor que la indiferencia

Varias veces he compartido con ustedes la idea de que los seres humanos somos consumidores permanentes de amor. Necesitamos ser amados, reconocidos, recordados.

Sobre este asunto tengo que hacer una precisión que puede resultar interesante tener en cuenta.

Cuando digo que necesitamos ser amados quizá no esté siendo suficientemente claro. Lo que necesitamos es ser tenidos en cuenta. Precisamos que por lo menos una persona reconozca que existimos.

Algo en nuestro funcionamiento mental nos demanda ese requerimiento: alguien tiene que saber de nosotros y para ser más preciso aún, digo: tenemos que tener conciencia de que alguien nos tiene en cuenta.

O sea que nuestro equilibrio mental y emocional depende en gran medida de poseer la certeza de que alguien sabe de nosotros, nos recuerda. Dicho de otro modo: tenemos que estar seguros de que por lo menos una persona siente algo por nosotros.

Lo curioso es que ese sentimiento puede ser amor u odio; atracción o rechazo; valoración o desprecio.

Esta idea permite comprender ciertas actitudes que de otra manera no podrían entenderse:

Las personas que se dedican a ganar fama, prestigio, reconocimiento, respeto, aplausos, amor, tienen una actitud muy fácil de entender por el sentido común.

Lo que más cuesta entender —y este es el punto central del artículo—, es la estrategia de las personas que hacen todo lo contrario generando odio, rechazo, castigos, persecución, insultos.

Observen que ambas formas de actuar consiguen lo mismo: Tener la certeza de que por lo menos alguien los tiene en cuenta.

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13 comentarios:

Dumas dijo...

Los niños son muy de portarse mal para llamar la atención.

Me da mucha pena tener que castigar a mi niña cuando se pone así pero no se me ocurre ninguna otra solución.

Por qué no escribe algo sobre qué hacer sin tener que usar la violencia?

Guyunusa dijo...

Creo que en la pareja a veces no alcanza con que el otro nos ame, valore y respete. Hay momentos en los que necesitamos una respuesta intensa, pasional. Cuando no la conseguimos por las buenas, la buscamos a través del conflicto y la pelea.

Guzmán dijo...

En la casa de mis padres hay muchas fotografías de todos nosotros (los hijos). Parece que esto no nos alcanza para sentirnos recordados. Algunas veces les hemos hecho reclamos a los viejos por el tamaño que tienen las fotos de cada uno o por estar ubicadas en lugares más o menos privilegiados de la casa.

Sarita dijo...

Algunas personas se conforman con que los reconozca el perro.

Silvina T. dijo...

No entiendo a la gente que necesita un tipo de amor al que calificaría de desprendido, o descomprometido, no sé muy bien como definirlo. Me refiero a quienes priorizan la cantidad por encima de la exclusividad. En fin, que no lo entienda es un problema personal mío, porque ese tipo de amor es el que predomina en las distintas especies.
Para decirlo sin complicarla tanto. ¿Cómo hacen algunos para no ser celosos?

Maluco dijo...

Mi falta de talento me ha obligado a buscar el amor por caminos tortuosos.

Santiago dijo...

En la adolescencia trataba siempre de pasar desapercibido. Tenía eso que diagnostican como fobia social. Sufría bastante, porque al mismo tiempo estaba muy necesitado del contacto con los otros.

Mao Tsé dijo...

El amor de consumo es movedizo e intermitente.

Lautaro dijo...

Después de que dos personas intentaron conocerse, ya no es posible la indiferecia.

Daniel Frondisi dijo...

Cuando se condenaba a un individuo al ostracismo, el castigo estaba en ser un extranjero, un desconocido, en todas partes.

Obdulio dijo...

Creo que muchachos como el de la foto no creen que puedan conseguir aprecio de otra generación, ni de otro subgrupo que no sea el propio. Por esa razón a los de afuera los provocan para enceder algún tipo de sentimiento. Podríamos sostener la hipótesis de que la dificultad de estos chicos está en el vínculo con sus mayores.

Ariana dijo...

Entre otras cosas le temo a la vejez porque habitualmente en esa etapa a lo más que podés aspirar es a ser tenido en cuenta. Pocas veces se tiene a alguien que te ama.

Adriana dijo...

Es algo que me gustaría ser y hacer: Ser psicóloga y estudiar las tribus urbanas (emos, darks, floggers).