lunes, 2 de junio de 2008

¿Quién manda aquí?

Ya tenemos asumido que los gobiernos democráticos legítimamente instituidos a partir del voto popular, cuentan con una especie de certificado de salud social.

El voto popular sin embargo no es maravilloso, ni perfecto: solamente es la solución menos mala.

Esta definición habilita pensar que algunos inconvenientes que tenemos en nuestros países son inevitables y surgen de un defecto de nacimiento.

— Si usted estuvo de acuerdo conmigo en que la publicidad es un método tanto o más eficaz que el sistema educativo formal para inculcar creencias y modelar conductas que luego se expresan en decisiones concretas.

— Si usted estuvo de acuerdo conmigo en que la publicidad puede hacer que muchas personas inteligentes, capaces y cultas terminen comprando objetos y servicios que no les sirven;

— Estará de acuerdo conmigo que las campañas publicitarias que realizan los que se postulan para administrar los recursos públicos seguramente estarán diseñadas con similares técnicas de persuasión y que por tanto, cada vez que «compramos» una determinada opción electoral, es muy probable que estemos actuando por mandato publicitario o sea que la democracia, el gobierno del pueblo, sigue siendo hasta cierto punto, una forma de organizarnos donde unos pocos toman las decisiones y una mayoría las obedecemos, tanto en el terreno comercial como en el político.

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11 comentarios:

Anónimo dijo...

Lo de Topical Sound es porque estás caliente? Calma, calma, hay cosas peores!!

Anónimo dijo...

Los muchachos de las FARC también piensan como tu y le buscaron la solución por medio de la guerrilla urbana. Por ahora les fue peor que a Fidel Castro, aunque tampoco sé bien cuál fue el éxito de Fidel y mucho menos el del Che Guevara.

De todos modos, ganar o perder es sólo un dato. No siempre ganan los mejores ni los que tienen la razón.

Anónimo dijo...

Hay formas y formas. No creo que valga la pena pensar en quienes dan su voto por un poco de comida.

Anónimo dijo...

Al final volvemos a reiterado tema (dentro de estos blogs) de la omnipresente incertidumbre. Todo es nada. Pero por suerte también Nada es todo. jojojo

Anónimo dijo...

La realidad mundial es la que manda. Los gobernantes de nuestros países sólo hacen lo único que pueden hacer, o sea que tampoco hacen. Lo que llamamos gobernar es cumplir las órdenes de la realidad. Luego el gobierno es bueno si tiene la suerte de tener que dar noticias agradables y malo si tiene que dar noticias feas. En este últiimo caso a veces mienten un poquito para no quedar tan mal y que los vuelvan a elegir.

Anónimo dijo...

Cuando estaba en el colegio me votaron para representar a mi clase ante otro colegio y eso me dio una alegría enorme.

No puedo ni imaginarme lo que significa para los gobernantes ser votados por millones de personas. Debe ser maravilloso.

Anónimo dijo...

Sea como sea que alguien salga electo, me parece que en ningún lugar del mundo recibe un cheque en blanco para hacer lo que se le antoje. Después habemos muchos que organizados o no pero seguimos bien de cerca cada decisión que toman.

Anónimo dijo...

A mí no me gustaría estar en uno de esos cargos pero supongo que debe ser muy bueno por todo el esfuerzo y a lo que están dispuestos a hacer quienes se matan por conseguirlos.

Esa necesidad desesperada me parece que habilita el uso de cualquier procedimiento. Lo de la publicidad debe ser lo menos grave.

Anónimo dijo...

No salgo de mi asombro el grado de acierto que tienen las encuestas. Algún día pueden prescindir del conteo aunque se prestaría a cualquier maniobra. ¡Si seremos repetidos que los tipos le preguntan a dos y saben la respuesta de diez! Yo me creía más exclusivo. ¡Qué lástima!

Anónimo dijo...

Otra historia que demuestra que la democracia es menos diez es que Hugo Chavez está donde está por el voto popular. No se puede creer. Recuerdo que acá en Ecuador también llegó por las urnas un loco que al final no terminó su mandato porque lo echaron o lo internaron. Se llama Jaime Abdalá Bucaram Ortiz. Nos avergonzó.

Anónimo dijo...

No tengo consuelo como en Costa Rica aprobaron un TLC con los Estados Unidos. Nos vendimos. Nos suicidamos. ¿Quién puede creer en el resultado de las urnas? La propagando estaba pagada por los mismos que tienen intereses en nuestros explotadores.