Mi madre es una mujer. Estuve dentro de ella y casi con seguridad que establecí con ella un vínculo especial.Luego de ser parido, fui alimentado, acariciado e higienizado también por ella, es decir por una mujer.
Mi relación con el género femenino a través de mi madre fue de una importancia ENORME. De hecho todas las mujeres me recuerdan de una u otra forma a mi madre.
El deseo de repetir las experiencias maravillosas que tuve con mi madre me lleva a que busque a todas las mujeres, pero especialmente las que mejor me recuerden a la número uno, la que me inspiró un sentimiento tan gratificante que nunca pierdo la esperanza de volver a sentirlo nuevamente.
Ese sentimiento inicial, el mejor, el sublime, lo vengo buscando desde que empecé a perderla porque mi padre se interpuso entre nosotros, después se interpusieron mis hermanos, después se interpusieron otras tareas que ella tenía que hacer y de hecho —tengo que decirlo—, mi primer y gran amor, me dejó por otro (mi padre), y por otros (mis hermanos) y por otras cosas (su trabajo, su demás ocupaciones).
Cargo con una gran frustración por toda esta triste historia de amor y nunca paro de buscar la repetición de aquella época dorada, cuando ella sólo me atendía a mí, me alimentaba, me acariciaba, me hacía dormir, me miraba.
La esperanza es lo último que se pierde. No sé si lo que busco existe realmente, si no será un imposible, si no estaré perdiendo el tiempo porque aquello que tanto me gustó es irrepetible. A veces creo que casi lo tengo, pero después me doy cuenta que tengo que seguir buscando. Esta búsqueda incansable es el motor de mi vida.
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19 comentarios:
El amor que siento por mi madre no me lo sacan ni fregándome con una espátula.
Creo que mis fracasos de pareja tienen algo que ver con eso que busco y no encuentro.
Tengo un amigo que le gusta mucho venir a mi casa y me confesó que lo que más le gusta es oír cómo canta mi madre. Él dice que le gustaría mucho que su madre esté tan contenta como la mía.
Por lo menos a mi me pasa eso de que mis parejas tienen algo de mis padres, aunque por suerte creo haber encontrado a la persona ideal que además me quiere.
Siempre escuché que las personas somos hijos del rigor. ¿Será lo mismo que esto de que nos movemos gracias a que nunca se nos termina de ir la frustración por lo que tuvimos y no volvemos a tener?
Lo que más extraño del vínculo con mi mamá es la confianza de que es indestructible. Esto nunca pude volver a sentirlo con alguien más pero estoy segura de que algún día aparecerá esa persona (hombre o mujer) que me haga sentir la infalibilidad del afecto.
Lo que me falta a mí es el poder sentir amor a pesar de la distancia. Con ella sé que nos queremos a pesar de que pase hasta un mes sin que nos comuniquemos. Todas mis parejas no saben amar sin ver, tocar, escuchar. Excepto mi madre, todos los demás sólo pueden tener amor tangible.
Tengo muchos celos de mi padre y de mi hermano mayor. Ellos tienen con mi madre una relación más fuerte que conmigo. He tenido buenas épocas sólo cuando estuve como un mes internado.
Mi compañera no es una psicologa recibida pero estudió mucho. Ella dice que mi alcoholismo tiene que ver con que no soporté bien el pasaje de la leche materna a la comida sólida. Algo me dice que puede ser cierto.
He sido abandonada 500 veces y me parece que soy yo la que hace algo para que se repita el abandono que me hizo mi mamá cuando se suicidó.
Mi novia está furiosa porque en el portadocumentos puse una foto de mi madre y no de ella. Son cosas diferentes. No entiende.
En cualquier momento le van a hacer un hijo a un transexual y ahí los quiero ver a los psicólogos. Se van a agarrar la cabeza, no van a saber para donde salir. jajaja
Ojo, que yo quiero a mi madre porque ella primero me quiso a mí. Jamás doy puntada sin hilo. jaja
Mi madre más que un motor es una máquina de general problemas.
Yo también sigo buscando ese estado ideal de paz y gratificación. He probado alimentándome como lo hacía mamá pero no da resultado, cada vez estoy más gorda y me siento peor.
Tengo el motor encendido para seguir viviendo porque todavía me quedan esperanzas de encontrar en mi misma lo que me proporcionaba mi madre.
Quiero muchísimo a mi madre pero no se me nota.
La mayoría me parece que no renunciamos a la ilusión de encontrar un vínculo equivalente al que tuvimos con nuestra madre, por eso exigimos fidelidad y exclusividad a capa y espada.
Soy el hijo menor de ocho hermanos, tuve tres madres: la biológica y mis dos hermanas mayores. Sería feliz con un harén pero mi mujer no me entiende.
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