miércoles, 21 de mayo de 2008

La neurosis salvadora

Cuando yo tenía unos veinte y pocos años, tuve una novia que se caracterizaba por tener muchos orgasmos. Al principio me dije: «No, no puede ser, está actuando». Después empecé a dudar de la duda y en una sesión muy intensa de aproximadamente una hora y media contabilicé 23 orgasmos y otra vez me volvió la suspicacia.

La historia se terminó de complicar con el film Cuando Harry conoció a Sally porque el orgasmo simulado de Meg Ryan lo dejó perplejo a Billy Crystal y a todos los que también nos creíamos muy inteligentes.

Pero detrás de estas proezas hay otro tema que es digno de ser compartido.

Hasta donde sé, las mujeres se quejan más que los hombres. Ellas son más quejosas. Demuestran estar más insatisfechas, más desconformes.

¿Por qué sucederá esto? La respuesta que tengo es que se queja más quien más deseo tiene.

Para mí las mujeres tienen un deseo más fuerte que los hombres y por eso en una sociedad que se administra con tantas limitaciones como la nuestra, están más expuestas a sentirse coartadas. A veces creo que para las mujeres más liberadas, la realidad les queda chica. Por eso cuando encontramos una mujer neurótica no corresponde pensar que está enferma sino que está compensando su frustración.

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9 comentarios:

Anónimo dijo...

No sé si es la sociedad la que me impone muchas limitaciones o es la propia existencia que es complicada, siempre fue difícil -según me contaron mis abuelos- y para mí que no se vislumbra que las cosas vayan a mejorar.

Anónimo dijo...

Para mi tambien las mujeres nos quejamos más que los hombres pero creo que esto es así porque no queda mal que nos quejemos pero si ellos se quejan sí quedan como unos debiluchos. Los hombres no lloran y las mujeres sí. Como alivia llorar y ellos no pueden porque lo tienen casi prohibido.

Anónimo dijo...

No entiendo por qué a una neurótica no habría que verla como a una enferma.

Anónimo dijo...

Eso de los 23 orgasmos. mmmmm me parece que no. Te lo hicieron creer licenciado. No puede ser en 90 minutos. Si me hubieras dicho 6 ó 7 sí te lo creía.

Anónimo dijo...

Pienso otra cosa. La fotografía esta por ejemplo de Meg Ryan me hace pensar que ella es fogosa y que siempre tiene deseos de hacer el amor. Supongo que uno la abraza, ella tiembla de emoción, inmediatamente se le lubrica la vagina y ya quiere hacer el amor como lo hizo en esa película, pero también puede ser que sea una barra de hielo que no se excite de ninguna forma y que sea anorgásmica. Uno siempre imagina algo, pero el acierto no siempre se da.

Anónimo dijo...

Agradezco a Carmela que se de cuenta cómo alivia llorar y qué problema grave es que no te dejen. Por suerte ya perdí esa inhibición y ahora mi mujer no se alarma cuando me pongo a llorar desconsolado porque algo me duele demasiado. Sin embargo igual me siento que estoy siendo un débil y eso me dar vergüenza.

Anónimo dijo...

Si no es la cara, es la parte interior de los muslos, el dedo chiquito del pie, la abundancia del cabello, la forma o color de los ojos, la sonrisa, los senos muy separados, ¿Cuántos motivos tenemos para estar desconformes? No es un invento ni un exceso de deseo, es que tenemos muchos motivos para estar desconforme objetivamente.

Anónimo dijo...

La vida sería otra si alguien descubriera LA SOLUCION para la celulitis. Sabrán los inventores que si encuentran la solución adecuada se enriquecen en menos de 24 horas?

Anónimo dijo...

Es cierto doc.
Quiero que me amen con locura!!!

Hay mucho deseo....., mucha activida que necesita ser encaminada para no sentir que si no se llega al orgasmo con el que amás, la vida tiene consistencia sigue haciéndote sentir una diosa.